Una imagen expresiva: esencia de la iconografía antropomorfa del Buda
DOI:
https://doi.org/10.62876/baciyelmo.vi2.5405Resumen
El simbolismo anicónico budista primitivo, repleto de emblemas que expresaban al Buda, sus hazañas y lugares representativos para la doctrina, como la rueda, la huella de sus pies, un asiento vacío o un stupa, fue sustituido por una iconografía figurativa de influencia helenística que sirviese de ejemplo en la expansión y comprensión de la doctrina. El afán misionero y evangelizador de la corriente del budismo Mahayana, con su énfasis soteriológico y compasivo a través del papel del boddhisattva, propició un lenguaje figurativo de amplias posibilidades que apoyaría, por mediación de la expresión estética y visual, la comunicación oral y escrita de la fe en su recorrido por Asia central y China. La imagen antropomorfa del Buda mostrará características físicas propias de un ser iluminado, actitudes particulares y gestos codificados, todo ello un conjunto de atributos alusivos a la naturaleza suprema. Gracias a la figuración humana de las distintas formas del Tathagata se configuró una imagen cultural prototípica, de veneración, que permitió atraer el fervor religioso de las poblaciones extranjeras que entraron en contacto con el budismo en su peregrinación desde India.
Palabras clave: Budismo, iconografía, Asia central y China.