DOI:
https://doi.org/10.62876/rm.v1i56.4689Keywords:
Lexicography, Literature., History, Jesuits, panish from America, Royal Spanish AcademyAbstract
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Vilhelm Thomsen, el primer difusor del equívoco, lo formula en estos términos: “Diónos [Hervás] a conocer detalles de los idiomas americanos que había conocido ampliamente en sus largos años de permanencia en América como misionero” (Historia de la lingüística, Barcelona-España, 1945, p. 58).
El historiador franciscano Antonio Caulín, que cita frecuentemente al jesuita en su obra, del año 1779, lo hace muchas veces como si entendiera que Cassani hubiera sido testigo de muchos de los asuntos que cuenta. Moviéndose entre la certeza y el equívoco, hará una primera alusión de Cassani en compañía de José Gumilla, misionero orinoquense como el que más, destacando –claro–, el seguimiento que ha hecho de la obra del padre Rivero: “Últimamente escribieron del gran Rio Orinóco, por los años de quarenta, y quarenta, y uno, los MM. RR. PP. Jesuitas Casani, y Gumilla. Aquel tocó algo del Orinoco, en la Historia, que escribió, del nuevo Reyno de Granada, siguiendo la que dexó manuscrita el R. P. Juan Rivero” (Historia de la Nueva Andalucía, Caracas, 1966, t. I, p. 27). Cf. sobre las lecturas jesuíticas del padre Caulín, Caracciolo Parra León. Cronistas de Venezuela [1935], en Obras, Madrid, 1954, pp. 517-518.4Lo será para los estudios venezolanos coloniales, como el que más, el padre José del Rey Fajardo, quien ha promovido y acompañado la divulgación de la obra de Cassani yla ha encuadrado en su lugar historiográfico y erudito correctos. Deben, a este respecto, tenerse en cuenta los siguientes títulos: “Estudio preliminar”, en su edición anotada de la Historia de la provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reyno de Granada en la América, de Joseph Cassani. Caracas, 1967, pp. IX-XCIX.Bio-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial, Caracas, 1974, pp. 114-127; 2ª edición: San Cristóbal/ Santafé de Bogotá, 1995, pp. 131-141. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, Bogotá, 2006, pp. 187-198. Los jesuitas en Venezuela. Los hombres, Caracas-Bogotá, 2006, t. II, pp. 115-126. Cf. también: Antonio Palau y Dulcet. Manual del librero hispanoamericano, Barcelona-España, 1948 y ss., t. III, pp. 258-259. José Martínez de la Escalera. “José Cassani”, en Charles O’Neill y Joaquín María Domínguez. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Biográfico-temático, Roma-Madrid, 2001, t. I, p. 695.
Juan José Abreu, director de la Academia Venezolana de la Lengua, publicaría, en 1934, bajo el título “Memorandum”, un interesante ensayo sobre las academias y sobre la Real Academia Española. Ofrece en este texto algunas informaciones sobre las academias anteriores a la española: “los florentinos establecieron la primera corporación que tuvo por objeto pulir el habla –1552–la llamaron Academia della Crusca, y Academia del Cimentoa la que fundaron en 1657 para el estudio de las ciencias naturales. En 1690 aparecen la de los Arcades, en Roma, y la de Ciencias y Artes, enBolonia. Ya en 1635 había fundado Richelieu la Academia Francesa de la Lenguay Colbert fundó en 1666 la de Ciencias. Las de bellas artes lo fueron, en París, de 1648 a 1666, siendo refundidas, en 1795, con la de la Lengua y la deCiencias, en el Instituto de Francia. También los pueblos del Norte tienen academias desde aquella época: en 1700 se estableció la de Cienciasen Berlín; en 1710 la de Upsal y en 1739 la de Estocolmo. La gran Catalina fundó la de Rusia en 1725; y se ha difundido de tal modo el cognomento que por doquier pululan las academias, no solamente científicas, literarias y de bellas artes, sino hasta de los humildes oficios manuales” (en Boletín de la Academia Venezolana, Correspondiente de la Española. Caracas, Nº 1-2 [1934], pp. 4-5). Cf. para un panorama más completo del cuadro de academias europeas anteriores a la RAE, Carmen Sanz Ayán. “La Academia Española y la consolidación de un proyecto cultural”, en La lengua y la palabra. Trescientos años de la Real Academia Española, Madrid, 2013, pp. 69-72 [“Las academias antes de la Academia”].