i. INTRODUCCIÓN
Sin duda alguna, las organizaciones se
han convertido en un factor de cambio e
influencia social. Es una realidad que
todo aquello que las compañías hacen, o
incluso dejan de realizar, afecta de
manera significativa no solo a sus
trabajadores sino también a su entorno
más directo [1].
En un mundo globalizado y
constantemente cambiante, como en el
que se vive hoy día, tanto las
organizaciones como sus dirigentes, ya
no solo se pueden conformar con el
aseguramiento de la calidad tanto de sus
procesos, como de sus productos (que
sean elaborados con estándares de
calidad de acuerdo con normas
prestablecidas, o con cumplir con todas
las regulaciones medioambientales y
laborales existentes). Hoy en día esta
misma tarea debe llevarse a cabo dentro
de un modelo de gestión ético, que tome
en cuenta el desarrollo de su entorno
social y ambiental sin dejar de lado el
indicador de eficiencia, en función del
logro de la sostenibilidad [2].
En este sentido, la significación de
responsabilidad social corporativa (RSC)
o empresa socialmente responsable
(RSE) ha pasado de ser un concepto
abstracto y mal entendido, que surgía
producto de la presión externa
principalmente a convertirse en un factor
de mejoramiento de las reputación de las
firmas, considerado incluso como un
“gasto necesario” que ayuda para
financiar, entre otros, proyectos sociales
o culturales, a una característica que
otorga prestigio y valor a las empresas
que deciden adoptarla [3].
En consecuencia, las últimas tres
décadas han demostrado un auge
creciente en la difusión, la
implementación y la evaluación del
desarrollo sostenible, junto con la
adopción de la RSE y de la
intensificación del mundo en torno a la
generación de capital.
Asimismo, tanto la ética de los negocios
(la cual es el fundamento de la RSE y
esta se encuentra cada vez más en uso
por parte de organizaciones bien sea
como estrategia de marketing o como
filosofía de trabajo [4]) como la ética
profesional tienden a ser materias
incluidas dentro de la Responsabilidad
Social más allá de las declaraciones
dadas en los códigos de ética
organizacionales.
A continuación, este artículo pretende
hablar de la Responsabilidad Social
Empresarial dentro del marco de la ética
y su relación con la productividad dentro
de las organizaciones, debido al hallazgo
de nuevas y más formas de ser aplicadas
por ellas, como consecuencia de los
múltiples beneficios que trae consigo su
aplicación, no solo para la sociedad, sino
también para la propia empresa, sus
trabajadores y sus stakeholders.
ii. RESPONSABILIDAD SOCIAL
EMPRESARIAL: ENFOQUE ACTUAL
Por ello, al hablar de la RSE, se hace
referencia al comportamiento moral de
los órganos dirigentes de las empresas,
así como a su toma de decisiones en las
dimensiones económica, social y
ambiental, tanto en lo interno de la
organización como en sus proyectos de
extensión [5].
Por tanto, la esencia de una empresa no
radicaría en explotar, engañar o
especular sino en comprometerse con
objetivos estratégicos que le permitan
alcanzar sus metas económicas con un
elevado sentido de responsabilidad
social y humana; donde la RSE juega un
papel indispensable para lograr dichos
propósitos y conjugarlos de forma
independiente [6].
Sin embargo, es importante destacar que
la RSE no era concebida ni entendida de
esta manera en sus inicios; y que el
significado que hoy en a ha tomado, es
producto de la gran aplicabilidad de esta,
lo cual ha traído como consecuencia la
evolución de este término y ha ido
depurando las diversas teorías que a lo
largo de su aparición se han originado
[4].
Navarropor su parte, destaca en su
análisis de la Responsabilidad Social
Empresarial y Teorías que Fundamentan
su Aplicabilidad en Venezuela [7] la
teoría de la Ética y la Moral en los
negocios, indicando que tanto la ética
como la moral, tienen un papel
protagónico en el actuar de las empresas
de un determinado espacio al desarrollar
sus actividades tomando en
consideración los diversos grupos de
interés [4].
Navarro agrega que esta teoría “enaltece
la ética y la moral como fundamentos
necesarios en el actuar de las empresas,
pues si una organización trabaja en
armonía, entusiasmo, y con proactividad
contagiará de manera positiva a todos
los agentes involucrados en su actividad”
[4].
Este enfoque reside en lograr dirigir una
empresa y determinar su impacto social,
evolucionando hasta numerosas
iniciativas que pueden etiquetarse como
responsabilidad social corporativa. Dicho
enfoque radica en ser lograr ser un buen
ciudadano corporativo, evitando causar
daño, siendo transparente y operando de
una forma sostenible [8]. Así como la
ética habla de principios y valores, la
responsabilidad social pretende
balancear los intereses de las partes
interesadas [9].
SER SOCIALMENTE RESPONSABLE:
¿QUÉ IMPLICA?
Las empresas han adoptado y adaptado
esta concepción con el objetivo lógico de
seguir lucrándose con sus actividades
empresariales, pero contando con un
argumento ideal para tener una buena
imagen de venta ante una sociedad cada
vez mejor educada e interesada en
temas sociales y medioambientales, ser
socialmente responsable o, lo que es lo
mismo, una sociedad consciente y que le
da importancia al entorno más próximo
que le rodea y en el que crece.
Se puede afirmar entonces que una
empresa que es socialmente
responsable posee un modelo de
actuación que promueve el desarrollo de
prácticas transparentes en el foro interno
y externo de la empresa, junto con un
marco de actuación que no solo se limita
al área de confort de la organización sino
a un saber hacer ético [10].
Silvia Patricia Vargas Verdezoto et al.,
por su parte, conceptualizan la RSE
como la relación audible de la
organización con los valores éticos, que
dan sentido humano al desempeño,
equilibrando el crecimiento económico y
el bienestar social con una imagen
corporativa positiva al implementar el
bienestar institucional y garantizar su
permanencia y consolidación en el
ámbito empresarial y en el entorno
comunitario [11].
Es por ello que toda marca que se
encuentre bien posicionada, debe contar
con el respaldo vital de un enfoque ético
que le permite lograr sus objetivos,
entregando productos y servicios de
calidad, así como tratar a los clientes
existentes y potenciales de la manera
más adecuada para retenerlos en el
mediano y largo plazo. En consecuencia,
las empresas están incorporando
paulatinamente programas de ética en
todas sus actividades para lograr
mejores resultados en aceptación del
público, en ventas y en sus objetivos en
general. Asimismo, tanto los códigos
éticos como corporativos deben ser
accesibles y comunicados correctamente
ante todos los públicos de una
organización [10].
Se puede afirmar entonces que la RSE
puede considerarse como una forma de
gestión, que se define por la relación
ética y además transparente de la
empresa con todos los públicos con los
que se relaciona, y por el establecimiento
de metas empresariales compatibles con
el desarrollo sostenible del medio en el
que actúa, logrando gestionar y
solucionar las contradicciones entre la
lógica de mercado y la lógica de la ética
[12].
Los mencionados códigos internos de la
empresa, tanto de ética como de
conducta, resultan beneficiosos porque
establecen no solo un compromiso con
los más altos estándares de calidad de
productos y servicios, sino también con
el logro de avances tecnológico. Es por
ello que empresas consideran esta
declaración de principios éticos y
sociales como uno de sus activos s
invaluables, que les ayuda a lograr una
identidad, autoridad e individualidad que
los caracterice dentro de su mercado.
Así, la responsabilidad social se ha
convertido en la forma que tienen los
profesionales para elaborar y ejecutar
acciones que no vayan en contra de los
“códigos de ética” anteriormente
definidos; por tal razón dicha
responsabilidad no debe tratarse como
una moda o un eslogan, donde una
organización tiene responsabilidad social
solo por el hecho de cumplir indicadores
sino que debe ser tomada como un
proceso realmente estructurado que
pretende mitigar problemas y aportar al
entorno. Consecuentemente, dicho
proceso debe ser desarrollado por
expertos que, al tener bien arraigados y
claros sus códigos de ética, pueden
hacer que sean óptimas e impactantes
las tareas que la Responsabilidad Social
requiere [13].
En este aspecto, José Fainsod A.
subraya algunos puntos que las
empresas deben tomar en cuenta para
ser una empresa reconocida como
socialmente responsable [14]:
Proporcionar productos o
servicios que satisfagan las
demandas de los clientes
Integrar consideraciones éticas
en todas las decisiones
empresariales
Colocar a los empleados como
una prioridad
Respetar y dar prioridad al medio
ambiente
Mejorar la calidad de vida en el
entorno laboral
Promover prácticas de
comercialización responsables
Brindar un trato respetuoso,
empático y solidario a los clientes,
proveedores, autoridades y
público en general
iii. RSE Y PRODUCTIVIDAD
Un aspecto a destacar en este tema es la
relación entre la implementación de
adecuadas iniciativas de RSE, la
productividad y el éxito comercial de la
empresa.
Si bien es cierto que la complejidad de
dichos constructos hace difícil establecer
modelos estadísticos generalizables, es
importante considerar las iniciativas y los
estudios que, de acuerdo con el contexto
de aplicación, reconocen los beneficios
de la RSE a lo interno de la organización.
A continuación se presentan algunos
estudios recientes:
Del o-Cortina, J; Cardona-
Arbeláez, D y Guacarí-Villalba. A
(2017) [15] concluyen que una
gestión adecuada e integradora
de la RSE con la marca, puede
tener incidencia en el crecimiento
y en la rentabilidad de las
empresas.
Lara, I; Sánchez, J (2020) [16],
concluyen que la RSE no solo
genera beneficios a la sociedad,
sino que aumenta la
competitividad y rentabilidad de
una organización porque genera
mejoras en la relación con los
consumidores, la imagen de
marca, el ambiente laboral, y la
generación de alianzas con
empresas que compartan los
mismos valores.
Alfaro, A (2017) [17] concluye que
la RSE está relacionada con la
competitividad ya que las
empresas, en una economía
globalizada, se fortalecen y se
expanden a nuevos mercados
debido a las mejoras tecnológicas
y técnicas, con un aumento en
los bienes en menor tiempo,
minimizando errores y costos en
comparación con las demás
empresas competidoras para
aumentar sus beneficios.
Cadevilla, A. (2017) [18] realizó
una investigación documental
exploratoria sobre el sector
agroindustrial venezolano
asociado a la Federación de
Cámaras y Asociaciones de
Comercio y Producción de
Venezuela (Fedecámaras) y la
Federación de Artesanos, Micros,
Pequeñas y Medianas Industrias
y Empresas de Venezuela
(Fedeindustria), y mediante el
análisis de contenido a través de
matrices de registro y de
categorías, se concluye que el
desarrollo de políticas de
responsabilidad social favorece la
competitividad.
Solari, E. (2018) [19] concluye
que en la mayoría de las
investigaciones realizadas se
obtienen resultados positivos en
aquellas organizaciones que
desarrollan prácticas de RSE. En
ese sentido se desestancan las
relaciones entre RSE y
rentabilidad, desempeño
empresarial, y éxito competitivo.
Arandia A., F. (2021) [20] afirma
que la RSE, entendida como una
estrategia organizacional,
aumenta la rentabilidad ya que el
recurso humano aprende a
confrontar los aspectos que
puedan incidir negativamente en
los resultados. La organización se
vuelve sostenible, alcanza sus
objetivos y con ello se tienen
resultados altamente positivos
que permiten alcanzar un
beneficio constante y consistente
para todos sus grupos de interés.
El proceso de mejora de la cultura
organizacional permite una
apertura constante hacia las
demandas del entorno, pudiendo
cumplir con las expectativas
sociales; asimismo se tendrá la
apertura a nuevos mercados y a
la captación de nuevos capitales.
De ese modo el recurso humano
será el iniciador de todas las
actividades de mejora
organizacional sostenible
Así pues, el objetivo principal de la
Responsabilidad Social Corporativa
(RSC) es que el impacto positivo que
causan estas prácticas en la sociedad se
traduzca en una mayor competitividad y
sostenibilidad para la empresa, ya que el
ser responsable socialmente generará
automáticamente una mayor
productividad, puesto que una mejora en
las condiciones para los trabajadores
mejorará también su eficacia [21].
iv. VENTAJAS Y BENEFICIOS DE SU
APLICACIÓN
En la medida en que una organización
adopta e implementa la RSE, perciben la
aparición de diversos cambios que
mejoran tanto sus condiciones internas y
externas, incrementan su valor como
marca, mejoran su imagen y dan paso a
nuevas estrategias para su
reconocimiento dentro del mercado, a
través de la confianza y la lealtad hacia
los clientes, los trabajadores y la
sociedad en general. Por ende, adoptar
adecuadamente prácticas de RSE que
contribuyan a la sostenibilidad, tanto de
la empresa como de la sociedad, trae
una serie de beneficios de índole externo
e interno para la organización [22].
El estudio elaborado por el Instituto de
Innovación Social de ESADE en
colaboración con ISS Iberia titulado La
RSE aumenta la motivación y la
productividad de los equipos” [23]
destaca entre sus principales
conclusiones que la política de
responsabilidad social de las compañías
aumenta la motivación, la productividad y
el sentimiento de pertenencia de sus
equipos, así como a su vez refuerza la
atracción y retención del talento,
mientras que además mejora el clima
laboral.
Del mismo modo, diversos autores
agregan que entre otros de los beneficios
relacionados con la práctica de la RSE
se encuentran la mejora de la imagen
comercial y la reputación de una
empresa, la reducción de los costos
operativos y la mejora de la capacidad de
una organización para contratar y retener
buenos empleados y fortalecer la
relación de la organización con la
sociedad., mejorar la lealtad del
consumidor, mejorar la calidad y la
productividad, y aumentar las ganancias,
entre otros [24].
A continuación, se comparten y
desglosan algunas de las ventajas que
otorga la implementación de la RSE de
acuerdo a Jiménez [25]:
1- Mejorar la percepción y reputación de
la empresa
Expertos señalan que, en la actualidad,
la reputación se ha convertido en un
factor fundamental para diferenciarse en
lo que se conoce como "la economía de
la reputación". En este contexto, la
construcción de la reputación ya no es
responsabilidad exclusiva de la empresa,
sino que las contribuciones e
interacciones de clientes, empleados,
proveedores y otros grupos de interés
desempeñan un papel esencial.
2- Previene riesgos
La RSC se posiciona como una
herramienta efectiva capaz de mitigar los
riesgos inherentes a las operaciones
empresariales.
En este sentido, al establecer y aplicar
códigos éticos y de conducta, así como
con la implementación de estándares
responsables en la selección de
proveedores y considerar aspectos
ambientales y derechos humanos a lo
largo de toda la cadena de valor, es
posible disminuir de manera significativa
la probabilidad de incurrir en prácticas
cuestionables.
Mediante un mayor control de las
operaciones, la empresa logra minimizar
los conflictos con la comunidad, reducir
quejas y litigios, mejorar las relaciones
con clientes, empleados, sindicatos,
entidades gubernamentales y otras
partes interesadas, a la vez que
disminuye los riesgos asociados, como
una reputación negativa y boicots
dirigidos a sus productos y servicios.
3- Captación y retención de talento
De acuerdo con los datos del diario La
Información (2017) [25], se proyecta que
la generación Y se convertirá en la fuerza
laboral predominante en el futuro,
representando aproximadamente el 75%
de los trabajadores para el año 2020.
Para los millennials, el trabajo no es
simplemente una obligación, sino un
espacio en el cual buscan encontrar
satisfacción y plenitud. Al evaluar su
labor, los aspectos económicos pierden
relevancia frente a consideraciones como
la alineación con sus metas de vida.
Estos individuos se esfuerzan por
contribuir a causas sociales y ecológicas,
valorando un entorno que promueva la
multiculturalidad y la diversidad, lo cual
despliega un contexto único para que la
RSC contribuya al diseño y la oferta de
propuestas innovadoras y atractivas
dirigidas a este nuevo perfil de
trabajadores en el siglo XXI.
4- Mejora el clima laboral y de la
productividad
Además de atraer y retener talento, una
estrategia sólida RSC es capaz de
generar un impacto altamente positivo en
el clima laboral y la productividad de la
empresa. La implementación de un
programa de voluntariado corporativo
presenta múltiples beneficios, como la
mejora de la motivación, habilidades y
autoestima de los empleados. Asimismo,
promueve el sentimiento de orgullo por
formar parte de la organización y
fortalece el compromiso y la lealtad hacia
la empresa.
La gestión adecuada de la diversidad en
el entorno laboral también conlleva un
impacto positivo en la productividad y la
competitividad empresarial. Esto se debe
a que aumenta la probabilidad de
encontrar soluciones innovadoras y
sólidas, gracias a la diversidad de
perspectivas y enfoques que se generan.
5- Fomenta la innovación
La RSE fomenta la generación de
productos y servicios innovadores. A
través del diálogo con múltiples partes
interesadas (stakeholders), se facilita la
creación de propuestas innovadoras que
posibilitan el acceso a nuevos segmentos
de mercado, al mismo tiempo que se
persiguen soluciones que aborden metas
de sostenibilidad e impacto social.
Este enfoque colaborativo y estratégico
permite a las empresas ampliar su
alcance y generar propuestas
diferenciadas que se alineen con las
demandas y necesidades actuales,
impulsando así la competitividad y el
crecimiento sostenible.
6- Mejora la eficiencia energética
La implementación de la RSC puede
desempeñar un papel fundamental en la
mejora de la eficiencia energética en las
empresas. Al adoptar prácticas y
medidas responsables en relación con el
consumo de energía, las organizaciones
pueden lograr importantes beneficios,
tanto económicos como ambientales.
A través de la RSC, las empresas
pueden establecer metas y objetivos
específicos para reducir su consumo
energético y promover el uso eficiente de
los recursos. De esta forma, además de
minimizar el impacto negativo sobre el
medio ambiente, también proporciona un
importante ahorro económico, todo esto
en sintonía con el logro de los 17
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
y 169 metas asociadas propuestos en la
Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible, aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 25 de
septiembre de 2015.
Esto implica implementar medidas como
la adopción de tecnologías más
eficientes, el aprovechamiento de fuentes
de energía renovable, la optimización de
los sistemas de iluminación y
climatización, y la incorporación de
procesos de gestión energética más
efectivos.
Además, la RSC puede impulsar la
sensibilización y la educación en materia
de eficiencia energética entre los
empleados y otros actores involucrados
en la cadena de valor. Esto puede incluir
la capacitación sobre prácticas de ahorro
de energía, la promoción de
comportamientos sostenibles en el lugar
de trabajo y la incentivación de la
participación activa en la reducción del
consumo energético.
Al mejorar la eficiencia energética, las
empresas pueden obtener diversos
beneficios, como la reducción de costos
operativos a través de un menor
consumo de energía, la disminución de
las emisiones de gases de efecto
invernadero y otros impactos
ambientales negativos, así como el
fortalecimiento de su imagen y
reputación como una organización
comprometida con la sostenibilidad.
7- Trae ventajas para atraer
financiamientos
Al momento de atraer financiamientos, la
RSC resulta una ideal herramienta. La
incorporación de prácticas y políticas
responsables en la gestión empresarial
puede generar confianza y credibilidad
en los inversores, lo que aumenta las
posibilidades de obtener financiamiento
tanto de fuentes tradicionales como de
inversores sociales y sostenibles.
Algunas formas en las que la RSC puede
contribuir a atraer financiamientos son:
Mejora de la reputación: La adopción
de prácticas socialmente
responsables y el compromiso con la
sostenibilidad contribuyen a construir
una reputación positiva para la
empresa. Esto puede aumentar la
confianza de los inversores en la
gestión y las perspectivas de la
empresa, lo que facilita la obtención
de financiamiento.
Acceso a inversores especializados:
Existen inversores y fondos
específicos que se centran en
financiar empresas que demuestran
un compromiso sólido con la
responsabilidad social y ambiental. Al
integrar la RSC en la estrategia
empresarial, las empresas pueden
acceder a estas fuentes de
financiamiento especializadas, que
valoran el impacto social y
medioambiental positivo.
Cumplimiento de criterios de
inversión sostenible: Muchos
inversores institucionales y fondos de
inversión tienen políticas de inversión
sostenible y criterios específicos que
consideran aspectos sociales y
ambientales en sus decisiones de
inversión. Al alinear las prácticas
empresariales con estos criterios, las
empresas pueden aumentar su
atractivo para estos inversores y
tener más oportunidades de
financiamiento.
Beneficios fiscales: En algunos
casos, las empresas que
implementan iniciativas de RSC
pueden acceder a beneficios fiscales
y subsidios gubernamentales. Estos
incentivos pueden ayudar a reducir
los costos y mejorar la viabilidad
financiera de los proyectos.
Reducción de riesgos financieros: La
gestión responsable y sostenible de
los riesgos ambientales, sociales y de
gobernanza (ASG) puede ayudar a
reducir la exposición de la empresa a
riesgos financieros. Esto puede ser
atractivo para los inversores, ya que
disminuye la incertidumbre y
aumenta la estabilidad financiera a
largo plazo.
Estas ventajas pueden fortalecer la
posición de la empresa al solicitar
financiamiento y facilitar el acceso a
recursos financieros necesarios para su
crecimiento y desarrollo.
8- Aumenta la fidelización de
consumidores y clientes
La RSE aumenta la fidelización de
consumidores y clientes al construir
confianza, generar identificación y
lealtad, diferenciar a la empresa en el
mercado, promover una comunicación
transparente y auténtica, y tener un
impacto positivo en la comunidad. Al
priorizar la responsabilidad social y
ambiental, las empresas pueden cultivar
relaciones más sólidas y duraderas con
sus consumidores, lo que a su vez
promueve la fidelidad y el apoyo continuo
a la marca. Pero, de qué formas la RSE
puede lograr esto:
Construcción de confianza: La RSE
muestra el compromiso de la
empresa con valores éticos y
responsables. Esto genera confianza
en los consumidores, ya que
perciben que la empresa se preocupa
por el bienestar de la sociedad y el
medio ambiente. Los consumidores
tienden a elegir marcas y empresas
que consideran confiables y éticas.
Generación de identificación y
lealtad: La RSE permite a los
consumidores identificarse con los
valores y propósitos de la empresa.
Cuando los consumidores comparten
estos valores, se crea una conexión
emocional más fuerte, lo que
aumenta la lealtad hacia la marca.
Los consumidores son más
propensos a permanecer fieles a una
empresa que respalda causas
sociales y medioambientales que les
importan.
Diferenciación en el mercado: La
RSE puede ser un factor clave para
diferenciar a una empresa en un
mercado competitivo. Los
consumidores buscan cada vez más
marcas que se distingan por su
compromiso social y ambiental. Al
destacar la RSE como parte integral
de su identidad corporativa, las
empresas pueden destacarse y
atraer a consumidores que valoran
estos aspectos.
Comunicación transparente y
auténtica: La RSE implica una
comunicación abierta y transparente
sobre las prácticas y compromisos de
la empresa. Esto ayuda a construir
una relación de confianza con los
consumidores, quienes valoran la
honestidad y la autenticidad. La
transparencia en la comunicación
sobre las iniciativas de RSE fortalece
la relación empresa-cliente.
Impacto positivo en la comunidad:
Las empresas comprometidas con la
RSE suelen llevar a cabo acciones y
proyectos que tienen un impacto
positivo en la comunidad. Esto puede
incluir programas de apoyo social,
acciones de voluntariado o iniciativas
ambientales. Estas acciones generan
una percepción favorable en los
consumidores y crean una conexión
emocional al ver que la empresa
contribuye al bienestar de la
comunidad.
9- Facilita la obtención de premios y
reconocimientos
La Responsabilidad Social Empresarial
(RSE) puede facilitar la obtención de
premios y reconocimientos al cumplir con
criterios de evaluación, demostrar
innovación y liderazgo, comunicar de
manera transparente y efectiva, construir
una reputación destacada y participar en
redes y asociaciones relacionadas con la
RSE. Al destacar en el ámbito de la
responsabilidad social y ambiental, las
empresas pueden ser reconocidas por
sus esfuerzos y contribuciones, lo que
fortalece su reputación y visibilidad en la
comunidad empresarial.
A continuación, se presentan algunos
puntos clave:
Cumplimiento de criterios de
evaluación: Muchos premios y
reconocimientos en el ámbito de la
RSE tienen criterios específicos que
evalúan el desempeño y compromiso
de las empresas con aspectos
sociales, ambientales y de
gobernanza. Al implementar prácticas
y políticas responsables, las
empresas pueden cumplir con estos
criterios y ser consideradas para
recibir premios y reconocimientos.
Innovación y liderazgo: La RSE
implica la adopción de enfoques
innovadores y prácticas que van más
allá de las obligaciones legales. Las
empresas que demuestran liderazgo
en la implementación de iniciativas
sostenibles y socialmente
responsables son más propensas a
ser reconocidas por su contribución a
la sociedad y al medio ambiente.
Transparencia y comunicación
efectiva: La RSE implica una
comunicación transparente y
auténtica sobre las prácticas y logros
de la empresa en materia de
responsabilidad social y ambiental.
Esta transparencia ayuda a las
empresas a destacarse y ser
consideradas para recibir premios y
reconocimientos. La presentación
clara y efectiva de los esfuerzos de
RSE puede influir en la decisión de
los jurados y aumentar las
posibilidades de recibir
reconocimientos.
Visibilidad y reputación: Las
empresas que integran la RSE en su
estrategia y la comunican
eficazmente tienden a tener una
reputación más sólida y positiva. Esto
puede atraer la atención de
organizaciones que otorgan premios
y reconocimientos en el ámbito de la
RSE. Una reputación destacada en
términos de responsabilidad social y
ambiental puede mejorar las
posibilidades de recibir premios y
reconocimientos.
Participación en redes y
asociaciones: Ser parte de redes y
asociaciones relacionadas con la
RSE puede aumentar las
oportunidades de conocer y participar
en premios y reconocimientos
específicos. Estas redes y
asociaciones suelen promover y
otorgar premios en reconocimiento a
las empresas que destacan en su
compromiso con la RSE.
10- Sitúa a la empresa en la preferencia
para la contratación pública y las
licitaciones
Al integrar la RSE en la estrategia
empresarial, las empresas pueden
aumentar sus oportunidades de obtener
contratos públicos y licitaciones,
fortaleciendo así su posición en el
mercado. En este sentido, puede
posicionar a una empresa en una
posición favorable de varias maneras:
Cumplimiento de requisitos legales y
éticos: La RSE implica el cumplimiento
de estándares éticos y legales más allá
de los requisitos básicos. Al cumplir con
estos criterios, las empresas demuestran
su compromiso con la integridad y la
transparencia en sus operaciones, lo cual
es valorado en los procesos de
contratación pública.
Criterios de evaluación de RSE en
licitaciones: En muchas licitaciones,
se incluyen criterios de evaluación
relacionados con la RSE. Las
empresas que pueden demostrar un
sólido desempeño en áreas como la
gestión ambiental, el respeto a los
derechos laborales, la contribución a
la comunidad y el impacto social
positivo tienen mayores posibilidades
de ser seleccionadas.
Ventaja competitiva: La adopción de
prácticas responsables y la
comunicación efectiva de los
esfuerzos de RSE pueden diferenciar
a una empresa en un proceso de
licitación. Las organizaciones
gubernamentales y las entidades que
otorgan contratos a menudo valoran
la responsabilidad social y ambiental
como un criterio importante al
seleccionar proveedores.
Preferencia por proveedores
responsables: La RSE es cada vez
más valorada por los gobiernos y las
entidades públicas en sus procesos
de contratación. La elección de
proveedores que demuestren un
compromiso con la sostenibilidad y la
responsabilidad social puede mejorar
la imagen y la reputación de estas
entidades, lo que lleva a una mayor
preferencia por empresas
responsables en las licitaciones.
Cumplimiento de políticas y
regulaciones: Muchos gobiernos y
entidades públicas tienen políticas y
regulaciones relacionadas con la
contratación responsable y
sostenible. Las empresas que
implementan prácticas de RSE están
en una mejor posición para cumplir
con estas políticas y regulaciones, lo
que les brinda una ventaja al buscar
contratos públicos.
No obstante, diversos autores indican
que, en general, los beneficios de la
Responsabilidad Social Corporativa son
difíciles de cuantificar debido a que están
condicionados en la medida en que éstos
derivan del tipo de organización y de la
eficacia con la que se desarrolle el plan
de RSC en cada empresa. A pesar de
ello, sus beneficios son muchos y para
muchos, puesto que no están dirigidos
únicamente para la sociedad, sino
también para las empresas, sus
trabajadores y sus grupos de interés [26].
Chagas, Pachi y Arbex indican que toda
organización, requiere el abordaje de los
siguientes elementos [2]:
Transparencia: Consiste en la
divulgación de informaciones,
decisiones e intenciones en términos
claros y accesibles para todos los
públicos relacionados con la empresa
Establecimiento de compromisos
públicos: la empresa deberá asumir
públicamente sus compromisos, bien
sean éstos relativos a su público
interno, o bien al futuro, al
mantenimiento de los recursos
naturales, a la promoción de la
diversidad
Interacción con instituciones que
representan intereses variados: Se
genera a partir de la creación de
ámbitos de contacto y diálogo con
organizaciones especialistas,
procurando que las mismas
colaboren con la empresa en el
tratamiento y resolución de sus
dilemas
Capacidad de atraer y mantener
talentos: Se define como la inversión
de esfuerzos tendentes a erigir a la
empresa como una alternativa que
responde a los intereses de los
ciudadanos, particularmente en sus
aspiraciones profesionales
Alto grado de motivación y
adherencia de los colaboradores: En
este sentido, se tratará de involucrar
a todos los colaboradores internos y
a los proveedores con la gestión de
RSE de la empresa, demostrando
coherencia en la suscripción y
cumplimiento de sus compromisos
Capacidad de enfrentar situaciones
de conflicto: Esta característica se
adquiere demostrando disposición
para la investigación y el diálogo,
desarrollando procesos que
prevengan situaciones de riesgo,
profundizando el contacto con redes
de organizaciones y formadores de
opinión y reflejando transparencia en
estas acciones y relaciones
Establecimiento de metas a corto y a
largo plazo: Incorpora de manera
efectiva los diferentes aspectos de
responsabilidad social en la gestión
de la empresa
Compromiso de la dirección de la
empresa: Se fortalece la
confiabilidad, comprobando
claramente el entendimiento
estratégico que posee la dirección de
la empresa con respecto a las
cuestiones de responsabilidad social.
v. CONCLUSIONES
El logro del éxito laboral de una
organización a través de la
implementación de la Responsabilidad
Social Empresarial (RSE) está
intrínsecamente ligado a la adopción de
estrategias y políticas efectivas. Si estas
estrategias son ventajosas, es decir, si
son capaces de promover un entorno
laboral positivo, establecer condiciones
laborales dignas, ofrecer incentivos y
reconocimientos que tengan un impacto
significativo en la vida de los empleados
que trabajan en la entidad, se generarán
mejores resultados en términos de
desempeño y satisfacción laboral [4].
En definitiva, aunque la RSE se pueda
implementar como una estrategia, una
forma de actuación del ciudadano
corporativo o una conducta ética, su
relevancia radica en que las empresas
no solo tienen la obligación de ser
socialmente responsables, sino que
también deben contar con lineamientos
basados en valores impulsados por
instituciones y el Estado. Esto permitirá
que las empresas manejen de manera
más efectiva sus políticas orientadas a la
protección ambiental, aumenten la
productividad, creen un entorno de
trabajo digno y seguro, generen un
impacto positivo en las comunidades
circundantes y obtengan reconocimiento
por parte de los inversores, entre otras
ventajas que asegurarán su
sostenibilidad a largo plazo en todas las
áreas de su actividad [2] [27].