las espirales de es de Nazca en ca en Perú, [11], s/p)
Los
acueductos

de

Nazca,

se

encuentran

en

los
alrededores
de

la

actual

ciudad

de

Nazca,

en

las
localizaciones
de:

Ocongalla,

Achaco

y

Cantalloc,
sobre
terrazas

aluviales,

que

se

conforman

en

la
confluencia
de

los

ríos

Aja

y

Nazca,

tal

como

se
observa en a en la Fi a Figura Nº10.
Figura 10. Localización de los acueductos en funcionamiento
alrededor de la ciudad de Nazca. Imagen tomada de Google
Earth.
El sistema de acueductos cumple con una serie de
principios
hidráulicos.

La

captación

de

las

aguas
podría
ser

directamente

del

cauce

del

rio

y/o
mediante
alimentación

de

la

mesa

de

agua.

De
acuerdo
con

la

amplia

información

existente
(Ministerio de Cultura, 2019), se excavaban largas
trincheras, cuyos taludes con alturas en general de
4
a

5

metros,

eran

protegidos

por

muros,
construidos
con

cantos

de

rocas

de

forma

sub-
redondeados,
que

debieron

ser

seleccionados

de
los
importantes

volúmenes

de

excavación
realizados.
La

profundidad

de

la

excavación
dependía
de

la

mesa

de

agua,

que

debe

llevarse
ligeramente por debajo del nivel de la mesa, similar
al efecto de una galería filtrante. De acuerdo con el
Ministerio de Cultura (2019), Lasaponera, Masini, &
Orefici
(2017)

y

las

opiniones

indicadas

en
Resuelven el misterio del origen de las espirales de es de
Nazca
en

Perú

(2016),

los

tramos

a

cielo

abierto
fueron
revestidos

con

piedra

de

canto

rodado,
colocados sin aglomerante, pero de una forma que
han
resistido

hasta

los

terremotos,

con

caudales
que pasan por estas galerías que varían entre 13 a
50
lt/s.

Para

los

caudales

anteriores

y

para

un
ancho de fondo de 1 metro y alturas de agua entre
20 y 50 centímetros, la velocidad del flujo sería de
0,1 m/s, valor muy bajo que evita lo a los fenómenos de
erosión aunada a la redondez de los cantos, lo que
atenúa dicho fenómeno.
Los ríos poseen flujos torrentosos, cuya pendiente
medida en las imágenes de Google Earth, son del
orden
del

1%,

con

gran

poder

erosivo

y

cauces
cambiantes.
Para

mantener

el

flujo

con

baja
velocidad,
se

orientaban

los

ductos

oblicuos

al
cauce
de

los

ríos,

lo

que

permitía

que

las
conducciones
se

alejaran

del

cauce,

y

lograban
abarcar amplias áreas para cultivo, y seguramente
el
riego

por

gravedad

a

partir

de

desvíos
perpendiculares al flujo, con similar funcionamiento
para
el

consumo

humano.

En

la

Figura

Nº11,

de
una
imagen

de

Google

Earth,

se

observa

la
orientación
de

los

canales,

oblicuos

y
perpendiculares
al

cauce

del

rio,

donde

se
encuentra construida una serie de puquios, lo que
constituye
un

espectáculo

dada

su

forma

circular,
Figura
Nº12,

cuyo

perímetro

lo

constituye

una
rampa
confinada

por

muros

de

cantos

de

rocas,
con
altura

del

orden

del

metro,

descienden
progresivamente en forma helicoidal, con acceso a
la condu a conducción subterránea.
Figura 11. Vista de la captación en el acueducto de Cantallac.
Se destacan los puquios orientados oblicuos y perpendiculares
al cauce. Imagen tomada de Google Earth.