cual
depende

del

módulo

de

corte

(la
rigidez), G.
Las
funciones

de

transferencia

o

de
amplificación
dinámica

,
(Kramer,
1996)

se

incluyen

en

las

Ec. (2

y
3),
para

depósitos

con

diferentes
condiciones entre el material del depósito y
el lecho rocoso. La Ec. (2) es para un perfil
con
un

suelo

homogéneo,

o

estratificado,
utilizando
los

promedios

de

las

velocidades
de ondas en cada estrato para establecer la
velocidad representativa del perfil, y una alta
impedancia con el lecho rocoso en el fondo,
por lo que se puede considerar como lecho
rocoso
rígido.

Por

otra

parte,

si

el

perfil

es
estratificado
con

lecho

rocoso

con

menos
impedancia
entre

el

suelo

del

fondo

y

el
lecho
rocoso

que

en

el

caso

anterior,

se
puede consi e considerar elástico y aplica la ca la Ec. (3):

















(2)












(3)
En las ecuaciones (2 y 3), es la f a frecuencia
circular,
es la altura del depósito de suelo,

y Vs representan la velocidad promedio
de las ondas de corte en el suelo presente
en el depósito, , es el amortiguamiento del
suelo en o en el depósito, , es la par a parte ima e imaginaria
de un número complejo,

,

y,


es la
impedancia entre el lecho rocoso y el suelo.
El
uso

de

tildes

en

algunas

de

esas
variables
en


significa

que

son
funciones
complejas,

lo

cual

hace

que

no
tengan una forma com a compacta par a para su a su módulo,
tal
como

sucede

para


.

Aunque

no
queda
explícito

en

la

Ec. (3),

la

misma
también
depende

del

amortiguamiento

del
suelo, , ya q a que la velocidad compleja, ,
depende de dicho parámetro.
Para
fines

prácticos,

la

diferencia

entre

un
lecho rocoso rígido y uno elástico es que el
primero mantiene reflejada
la

onda

entre

la
superficie del terreno y el lecho rocoso, con
lo
cual

se

obtienen

altos

valores

para

los
picos de la función de transferencia,
.
Contrariamente,
el lecho

elástico

permite

la
difracción de las ondas por lo que los picos
de la función de transferencia,
son más
pequeños que los de aquella.
Para
obtener

las

respuestas

del

perfil

se
utilizó
el

programa

DEEPSOIL

V7.0.19.0
(Hashash
y

otros

2017)

que

permite

dos
opciones, i) con método equivalente lineal y
ii)
con

análisis

no

lineal

acoplado

con
desarrollo
de

presión

de

poros.

Las
presiones
de

poros

reportadas

por

el
programa
son

el

cociente

del

valor

de

la
presión
del

agua

intersticial

del

suelo
desarrollada
a

medida

que

progresa

el
sismo
en el perfil entre el esfuerzo

efectivo
vertical.
En

este

artículo

se

reporta
solamente
el

valor

alcanzado

por

ese
parámetro al final del sismo.
Para
este

artículo

se

utilizó

una

base

de
datos
con

225

sismos

(Herrera

y

Muñoz,
2018,
Ruiz,

2019,

Anato,

2019

y

Bueno

y
Contreras,
2021),

con

magnitudes

de
momento, Mw, entre 5
y 7,99 obtenidos de
la base de a base de a base de datos in os internacional PEER Ground
Motion (2013).
Los
acelerogramas

de

respuesta

se
obtuvieron,
a

los

15

m

de

profundidad,

es
decir,
justo

en

la

base

del

estrato

más
profundo
de

arena

licuable.

Esta
profundidad
fue

denominada

como

el
quiebre por Ruiz (2019) quien, constató que
el
espectro

de

respuesta

del

sismo

en

esa
posición
obtenido

con

el

método

no

lineal
acoplado
con

presión

de

poros

es
prácticamente igual al obtenido en superficie
con
el

método

equivalente

lineal.

La
obtención
del

sismo

en

el

quiebre

evita

las
distorsiones
cuando

dichos

acelerogramas
producto del aumento de la presión de poros
se obtienen en superficie con el método no
lineal acoplado.
Las
intensidades

del

sector

fuerte

del
acelerograma, , fueron calculadas con la
duración de dicho sector fuerte definida por
Echezuría (2015, 2017) y utilizada por Ruiz
y Echezuría (2021). Esa in sa intensidad junto con o con
el
desarrollo

de

presión

de

poros,

se
utilizaron en este artículo para establecer los
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