Los Jesuitas y sus raíces

Resumen

El Santo de Loyola muere a los 65 años de edad. Para entonces, la Compañía de Jesús estaba presente en
tres continentes con casi mil miembros, un centenar de residencias y 50 colegios. Aquel ingente trabajo
apostólico no era sino el resultado de la creatividad de la vida espiritual de Ignacio, su fundador. Entre otras
empresas creativas, los centros educativos y las misiones se evidenciaron como vitales para la forja de la
identidad jesuita. Este proceso identitario fue acompañado, en la dinámica pedagógica y académica del
magis, por disciplinas como la astronomía, la cartografía, el arte, la lingüística, la etnología y la
antropología junto a la historia y la literatura. Estos elementos, que se superaron a sí mismos en el plan
único de la mayor gloria de Dios, dieron forma al modelo de evangelización y de educación institucional
propuesto por la Compañía de Jesús. Allí se hundieron sus raíces y su posibilidad de persistencia en el
tiempo y en la historia.