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Este libro tuvo una conmoción. Realmente fue una excelente suerte, y no era
para menos. Lo único que Guayana no tiene es el lucero y no lo tiene porque ese
material no existe, pero todos los materiales que existen en la tierra están aquí,
potenciales hidroeléctricos, paisajes, bosques nacionales y diversidad, talento
humano, salida para el Atlántico, pero, ¿ustedes lo nombran? No, ustedes nombran
lo que ustedes quieran que esté aquí, todo concentrado.
Entonces, realmente es un tema que vale la pena, no es que estamos
hablando de una región absolutamente olvidada por los dioses, que no tenemos
nada que hacer. Aquí lo que estamos hablando es al revés, una región bendecida
por los dioses, lamentablemente los seres humanos no hemos puesto mucho de
nuestra parte para que sea todo lo que esperamos que fuera.
Hay cuatro hitos que para mí son fundamentales. Yo no voy a gastar mucho
tiempo en el diagnóstico, no se preocupen porque creo que sabemos un poco lo
que nos pasó, pero sí me parece bien recordar algunas lecciones importantes para
que no las volvamos a repetir.
De 1963 pasamos a 1960 cuando se fundó la Corporación Venezolana de
Guayana (CVG), que representó un hito importantísimo para esta región y muy
acertado diría yo, o sea, ahí comienza realmente un modelo de desarrollo aplicado
con tres objetivos fundamentales: construir una represa, construir una ciudad y
construir una siderúrgica, y esos tres objetivos fueron cumplidos, los tres mandatos
que están en los estatutos en la CVG fueron cumplidos.
El problema es que después que cumpliste con esos tres objetivos, ¿qué
hacemos con todo eso?, porque todavía nos sobra energía, nos sobra electricidad.
De esta forma, empezamos a crear un modelo altísimamente dependiente de dos
cosas, primero que tenemos electricidad barata y, segundo que el Estado era muy
fuerte, y en esa primera época la CVG tenía a todo el estado Bolívar, y no me
pregunten por qué el municipio Cedeño no estaba y Amazonas tampoco.
Posteriormente en 1974, ese crecimiento tan grande que estaban teniendo
las empresas, a alguien se le ocurrió que tendríamos que pedirle dinero prestado al
Fondo de Inversiones de Venezuela, una figura recién creada que se convirtió en