98
Foro Guayana Sustentable. Revista Informativa de Investigación Nº 18
La generación que nace con el petróleo, la de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni,
Rafael Caldera, nuestros “pro-hombres” que crean el sistema democrático, se dan
cuenta, ellos sí, de qué es lo que significa el petróleo, de que esta arma es
fundamental. La verdad es que ellos consideran que con esta arma nosotros podemos
lograr algo que como Latinoamérica en general, y en concreto Venezuela, no hemos
logrado, y eso se llama construir un Estado en donde haya democracia y ciudadanos, y
sueñan ese proyecto.
Pero, claro ¿Cómo hacer este proyecto real? Evidentemente, el mecanismo que
ellos imaginan es que el Estado, como una madre, va a parir ese modelo democrático,
sosteniéndolo sobre la base de la producción de la renta petrolera. La renta petrolera,
como si fuera una gran ubre, iba a amamantar absolutamente todo lo que esa sociedad
produjera, iban a amamantar a los industriales, iban a amamantar a los obreros, iban a
amamantar a la Fuerza Armada, iban a amamantar a la sociedad, es decir, yo podía
producir para todos todo lo que infinitamente necesitaran. Habíamos dado con el
mundo del rey Nidas sólo que, en vez de ser amarillo, era negro, pero el rey Nidas
podía hacer lo que quisiera y era maravilloso, y efectivamente en una sociedad muy,
muy pobre.
El petróleo empezó a producir maravillas. Progresivamente, primero, los gestos
civilizadores del proceso posterior a Goméz, léase Lopéz Contreras y Medina, el mismo
proceso del General Marcos Pérez Jiménez como proceso de modernización, en ese
momento concibiendo que el pueblo es menor de edad, es incapaz, es incompetente,
no puede llevar adelante el proceso, lo mejor es que hay un padre fuerte que lleve el
gobierno y todos los menores se someten a este padre que tiene claro qué significa