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Foro Guayana Sustentable. Revista Informativa de Investigación Nº 18
Y uno dice: “¿Qué hace que aquello fuera, y no Jerusalén, y no la Roma de la
época?”, “¿Por qué no son ésas sino otras las referencias?” Quizás porque Dios decide
hablar por dónde quiere hablar.
Y aquí es donde introduzco de nuevo el mundo de Guayana. Yo tengo la percepción
que quizás rápidamente quisiéramos voltear los ojos sobre Washington porque es la
nueva Roma, o estamos razonablemente preocupados por aquellos que se llevaron los
miles de millones de dólares y hoy están siendo juzgados, los que conocemos, que
probablemente no son más que la punta del iceberg, de una historia muy agresiva y
muy difícil, digamos, que nos han destruido o queremos voltear la vista constantemente
sobre la ciudad de Caracas y el juego político que allí se genera, porque sentimos que
aquí no es donde se juega el centro, pero a la vez, cuando uno ve a Guayana, uno ve
un mundo de oportunidades.
Cuando te sientas en Guayana empiezas a ver por qué las cosas, en definitiva,
están ocurriendo como están ocurriendo, tanto las posibilidades como también las
situaciones complejas que está viviendo nuestro país al pensar en el tema del Arco
Minero, al pensar lo que está generando el Arco Minero, al pensar cómo se ha visto
nuestra tierra más bien como un conjunto de recursos donde las personas sobramos,
entonces entiendes que ese es el modo como igual Roma vio a Galilea, e igual
Jerusalén vio a Galilea, pero no captó a las personas, y como no captó a las personas
se centró solamente en obtener un censo que contaba el número de personas que
tenían que pagar impuestos, pero no contó a un niño, no contó una historia de
miserables que solamente son reconocidos por los pobres, pero que abren
oportunidades y proyectos, que abren una nueva alternativa, que abren estrellas, que