La promesa de un negocio de grandes proporciones y la avidez del público
por los programas televisivos de la época favorecieron que entre 1956 y 1957
aparecieran tres nuevas estaciones de televisión, dos de ellas en Maracaibo:
Televisa del Zulia (1956) y Ondas del Lago Televisión canal 13, (1957) y Radio
Valencia Televisión (1958). Estas tres plantas tuvieron una vida efímera y
evidenciaron que el negocio de la televisión prometía ser muy rentable, pero no
en ese momento:
A poco de iniciar las emisiones la mayoría de ellos (propietarios) no tardó en
descubrir que ese medio requería de importantes inversiones en equipos, en
programación y, también, de personal especializado en sus aspectos comerciales,
administrativos y técnicos de los que se carecía. El remedio que encontraron para
resolver todas estas dificultades consistió, como era previsible, en subordinarse
a las grandes cadenas de radio y televisión de los Estados Unidos (CBS, ABC
o la NBC), o a otros grupos de igual origen pertenecientes al sector de las
comunicaciones. (Muraro, 1987, cp. Bisbal 2005, p. 137)
Los canales regionales no fueron los únicos en ser arrastrados por la crisis,
Televisa Canal 4 empezó a confrontar serios problemas económicos, por lo
que sus dueños vendieron instalaciones y equipos a un grupo de inversionistas
cubanos, entre los que estaba Gustavo Cisneros, surgiendo así en 1961 Venevisión
con apoyo de la American Broadcasting Company (ABC) y la transnacional de
bebidas gaseosas Pepsi Cola, entre ambas controlaban aproximadamente 80%
del capital, quedando el 20 % restante en manos de los Cisneros (Oswaldo y
Diego) y de sucesión Monsanto.
Tanto RCTV como Venevisión tuvieron un proceso de lenta expansión de sus
señales a varias zonas del país, sumándose a estas plantas en 1964 la Cadena
Venezolana de Televisión, CVTV, propiedad de empresarios de origen cubano y
que tenía como accionistas al consorcio Time-Life y la Columbia Broadcasting
System (CBS).
En 1971 la CVTV quedó constituida por capital venezolano, conformando el
grupo Vollmer que posteriormente la vendió al Gobierno venezolano en 1974 y
en 1976 pasó a llamarse VTV.
En una primera etapa, el Estado venezolano suprimió la publicidad de VTV y a
partir de los 80, por razones presupuestarias, pasó a ser comercial, bajo el control
del Estado, buscando competir en el mercado publicitario junto con los dos canales
nacionales ya consolidados, VTV y RCTV. (Hernández Díaz, 2008, p. 67)