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En 1961 se funden en una misma ciudad a las poblaciones de San Félix y Puerto
Ordaz: nace Ciudad Guayana. El ejecutivo nacional a través de la Corporacn
Venezolana de Guayana organiza y planifica la nueva urbe cuidando cada detalle.
Se construyen grandes avenidas, empresas, urbanizaciones e infraestructuras para
todos los servicios. El área educativa, pilar fundamental en la formacn de las
nuevas generaciones de guayacitanos se confía no sólo al Ministerio de Educacn
sino a las congregaciones religiosas con vocacn educativa y es por ello que
se solicita y se acuerda con la Compañía de Jesús un convenio para construir y
formar a los niños y jóvenes de la incipiente ciudad. Los jesuitas ya habían tenido
una frucfera experiencia en la zona desde tres siglos antes de la fundacn con
importantes aportes como los primeros tratados sobre las lenguas indígenas del
Orinoco o la publicacn del libro El Orinoco Ilustrado. En 1965 se funda el Colegio
Loyola, al que en 1967 se le une el Instituto Gumilla. Más de 4.000 alumnos que a
lo largo de estas casi cinco décadas de trabajo constituyen un importante aporte a
la ciudad, no lo por la formacn académica de sus egresados sino s aun por
su vocacn de en todo amar y servir con una educacn de calidad, incluyente y
al servicio de la ciudad con la que ha nacido y crecido. Junto a otras instituciones
educativas de la ciudad, el Colegio Loyola Gumilla es símbolo indiscutible del pilar
educativo que le sostiene. Con orgullo se puede decir que las célebres palabras
del Padre Gumilla s.j. y frase inspiradora del Colegio son hoy una realidad: Lo
sembré y crec.
Palabras claves: Colegio Loyola Gumilla, Historia, educacn en Ciudad Guayana,
lo sembré y creció.
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En 1540 el papa Paulo III autoriza la creacn de la Compañía de Jesús, orden
religiosa fundada por San Ignacio de Loyola junto a otros compañeros, y que por
la exigencia y preparacn intelectual de sus miembros para la mayor gloria de
Dios se sienten impulsados a la creacn y fundacn de obras educativas en
todo el mundo. Sin duda la constancia, organizacn, preparacn, planificacn,
capacidad de liderazgo y una energía infatigable son valores que por casi cinco
siglos han destacado en los colaboradores y miembros de la compañía (nombre
con el que se reconoce mundialmente).
Cuenta Louis de Wohl en su libro El hilo de oro (2005) que el propio Paulo
III en medio de un amasijo de cataclismos políticos, ideologías contrapuestas,
disputas religiosas, testas coronadas enemistadas, secesiones en la Iglesiase
esperanal conocer la vida y naciente obra de Íñigo de Loyola y sus seguidores,
y autoriza formalmente el funcionamiento de la Orden.
Pronto la Compañía comenzó su funcn apostólica en todo el mundo y, claro
está, en Arica. Es así como apenas algo más de un siglo luego de la fundacn
de la Compañía, los jesuitas llegaron a las tierras guayanesas de Venezuela en
1664 y se residenciaron en Santo Tomé, capital de la gobernacn de Guayana
cediendo luego de su expulsn del continente las misiones a los capuchinos
catalanes. De esa época el padre José Gumilla s.j. deja el libro El Orinoco Ilustrado
obra en la que da a conocer al mundo las maravillas del Río Padre, es por ello
que se lo conoce como el descubridor intelectual del río Orinoco. El padre Gumilla
cuenta en el Orinoco Ilustrado cómo plantó una planta de café (en el año 1732)
El café, fruto tan apreciable, yo mismo hice la prueba, lo sembré, y crec…”. Es
así como las primeras plantas de café en nuestro país son sembradas por el P.
Gumilla en Guayana, destacando que precedió en medio siglo a las plantaciones
en la hacienda de La Floresta de Chacao, en Caracas, por el P. Mohedano.
Justamente la frase o eslogan del Colegio Loyola Gumilla es lo semb y creció
y el escudo del Colegio es flanqueado por dos ramas de café recordando este
importante aporte.
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Imagen 1: Portada del libro El Orinoco ilustrado y defendido del P. José Gumilla.
Tambn forma parte de ese legado jesuítico, en la regn Guayana, el Padre
Manuel Ron s.j., quien resolvió una importante discusn geográfica al descubrir
la existencia del brazo Casiquiare, en 1744 que une el río Orinoco y el poderoso
río Amazonas, hecho que por cierto se tradujo en un importante aporte en la
delimitacn geográfica de Venezuela. Igualmente, destacan el padre Francisco
Ellauri s.j., el padre Bernardo Rotella s.j., fundador de Cabruta en 1740 y el padre
Felipe Salvador Gilij s.j., este último recordado como el “misionero lingüista,
quien dio a conocer en Europa a través de sus escritos las lenguas indígenas
del Orinoco, ya que realizó con gran esmero diccionarios y libros de gramática
del tamanaco y del maipure, y es considerado por muchos el precursor de las
doctrinas modernas en el campo de la etnografía.
Los jesuitas son expulsados de España y de todas sus colonias por el rey Carlos
III en 1767. En 1848 José Tadeo Monagas emite un curioso decreto de expulsn
de la Compañía de Venezuela, cuando para ese momento no había jesuitas en
el país. Finalmente la Compañía regresa a Venezuela, en octubre del año 1916,
para encargarse de la educacn en el Seminario de Caracas bajo la discreta
vigilancia del gobierno de Juan Vicente Gómez, quien les autoriza el regreso
con la condicn de que “no hagan mucho ruido. En 1923 fundan el Colegio San
Ignacio en Caracas, en 1927 se restaura el Colegio San José de Mérida (fundado
en 1628), en 1938 crean la revista SIC, en 1945 fundan el Colegio Gonzaga en
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Maracaibo, en 1951 el Colegio Javier en Barquisimeto y en 1953 la Universidad
Católica Andrés Bello en Caracas, en 1956 crean el primer Colegio Fe y Alegría
(obra que atiende a más de 600.000 alumnos en Latinoamérica), en 1962 crean el
Instituto Técnico Jesús Obrero de Catia en Caracas, en 1965 el Colegio Loyola en
Ciudad Guayana, en 1968 el Centro Gumilla, en 1972 crean el CERPE (Centro de
Reflexión y Planificacn Educativa) en Caracas. En 1982 fundan la Universidad
Católica del Táchira, que desde 1962 haa funcionado como extensn de la
UCAB, y en 1995 la Universidad Católica Andrés Bello extensn Guayana, entre
muchas otras obras al servicio de Venezuela.
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Desde su fundacn ha sido soñada y diseñada como la ciudad s planificada
de Venezuela. Es así que desde ese 2 de julio del año 1961, apenas comenzando
la era democtica venezolana, se concibe en la confluencia de los ríos Orinoco y
Caroní una nueva ciudad como punto de concentracn de los grandes proyectos
para industrias sidergicas, del aluminio, mineras e hidroeléctricas. En un
diseño conjunto, se integran en una misma urbe dos grandes conglomerados
poblacionales: San Félix y Puerto Ordaz, y bajo la tutela de la recn creada
Corporacn Venezolana de Guayana (CVG) nace así Ciudad Guayana.
Son contratados muchos profesionales: ingenieros, arquitectos y urbanistas
para que construyan en forma planificada esta gran urbe. Con todo el apoyo
del Gobierno nacional, la CVG se encarga de planificar y ejecutar los grandes
proyectos construyendo el parque industrial y las as de comunicacn necesarias
y atrayendo a la zona a muchas familias jóvenes que desde Caracas y otras
ciudades del país emigran a la nueva ciudad.
Sin olvidar las palabras del Libertador Sin Bolívar moral y luces son
nuestras primeras necesidades, la CVG planifica la construccn de excelentes
estructuras educativas, y las ubica estratégicamente dentro de todo ese plan
urbano. Construye colegios y liceos blicos, y encarga una importante proporcn
de la educacn del futuro de la ciudad a las congregaciones religiosas con mayor
vocacn y experiencia educativa en el país. Así pues, un 15 de diciembre del
año 1964 en la sala de reuniones de la CVG, se autentican los acuerdos para
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erigir cuatro colegios en manos religiosas: dos en la zona de San Félix: Colegio
Fátima y La Salle y dos en la zona de Puerto Ordaz: Colegios Nazaret y Loyola.
Así describe el momento el padre José Luis Andueza s.j., primer rector del Colegio
Loyola:
El a 15 de diciembre de 1964 acudieron a las oficinas de la Corporacn
Venezolana de Guayana, el padre viceprovincial (de la Compañía de Jes, P. Iriarte
s.j.) acompañado del padre rector del Colegio San Ignacio. (P. Frans, s.j.)
En la magnífica sala de reuniones se juntaron otras tres congregaciones: Los
hermanos de La Salle, las hermanas misioneras del Nazaret (Colegio Nazaret)
y las Hijas de la Natividad de María (Colegio Fátima). Todos ante el notario de El
Recreo (Caracas), allí convocado, firmaron el respectivo contrato, sobre ereccn
de colegios de primera y segunda enseñanza, menos los hermanos de La Salle,
que en San Félix tienen, en parcial funcionamiento, una escuela artesanal.
Vino luego el general Rafael Alfonzo Ravard, presidente de la Corporación y antiguo
alumno del Colegio San Ignacio de Caracas y suscribió, en medio de sincera alegría
y visible satisfaccn, todos los contratos.
Al
decirle en la despedida
que,
gracias a
Dios,
se
haa cubierto esta etapa
sin prisas
pero sin pausas respondió: Ahora comenzaremos otra etapa, pero con prisas. El
contrato previamente se haa estudiado y examinado minuciosamente.
Comienza entonces la planificacn del Colegio Loyola en un área de veinte
hectáreas en el corazón mismo de la naciente ciudad, en un sitio privilegiado,
al lado del Parque Cachamay. Así mismo lo describe el padre Andueza s.j.,
(paréntesis míos) en el documento citado:
La ubicacn de nuestro Colegio es inmejorable. En su seleccn nuestros antiguos
alumnos pusieron tanta cabeza como corazón. El terreno de veinte hectáreas,
en suave declive ondulatorio, tiene de frente un panorama majestuoso con las
bellísimas cataratas del Caroní y el Salto de la Llovizna.
Tres de sus lados están limitados por amplias as de comunicacn (ese era el
proyecto original, actualmente son dos de sus lados) la avenida Guayana de cien
metros de ancho; la autopista de ochenta y la Intercomunal de cincuenta (esta última
no construida hasta ahora). Forma límite también con el parque de libre acceso y
de 250 hectáreas de superficie (hoy parque Loefling y parque Cachamay).
Efectivamente el general Alfonzo Ravard, antiguo alumno del Colegio San
Ignacio de Caracas y primer presidente de la Corporacn Venezolana de
Guayana, otorga en comodato a la Compía de Jesús un área de veinte hectáreas
para desarrollar un colegio con capacidad para 1.300 alumnos. La condicn era
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cancelar a través de becas de estudio y cabe enfatizar que la Compañía de Jesús
ha cumplido con creces el acuerdo inicial y pagado a la ciudad con la que ha
nacido y crecido. Desde hace algunos años la propiedad del terreno y estructura
forman parte de los más importantes activos de una de las congregaciones
religiosas con mayor experiencia y vocacn educativa en el mundo: más de
450 años de experiencia educativa arraigada en más de 69 países con más de
1.710 colegios y escuelas y 220 universidades. Actualmente, en el terreno no
sólo funciona el Colegio Loyola Gumilla, tambn lo hace la Universidad Católica
Andrés Bello de Guayana desde 1995, compartiendo un campus como pocos
colegios y universidades tienen la oportunidad de hacerlo en el mundo. No es
casualidad el hecho de que la Escuela de Educacn de la Universidad sea
una de las escuelas fundadoras y generadora de profesionales con vocacn y
pasn educativa en las especialidades de educacn integral, preescolar, física y
matemática y ciencias sociales. Sin duda, que la Compañía de Jesús ha formado
a más de 5.000 alumnos y egresados, bachilleres y profesionales universitarios
durante más de 45 años en Ciudad Guayana.
El padre Luis Ugalde s.j., rector de la Universidad Católica Andrés Bello hasta
el año 2010, recalca la obra del general Alfonzo Ravard en su discurso del 16 de
octubre de 2009, en ocasn de la inauguracn del auditorio de la biblioteca de
la Ucab-Guayana:
El general Rafael Alfonzo Ravard, como responsable del desarrollo integral de
la regn y de la recién fundada Ciudad Guayana, tenía la conviccn de que los
profesionales, que venían de otras partes, no se arraigarían en la naciente ciudad
si no haa buenos centros educativos para sus hijos e hijas. Entre otras iniciativas,
para educar invia las hermanas de Nazaret y de Fátima, a los hermanos de La
Salle y a los jesuitas. Fue el general quien convenció a los jesuitas, sus educadores
del colegio San Ignacio de Caracas, para que establecieran en la nueva ciudad
guayanesa este Colegio Loyola-Gumilla. En 1964, los jesuitas crearon la Asociación
Civil Loyola para “propender a la extensn de la instruccn y educacn de la
niñez y juventud en todos los ramos de la enseñanza, mediante la creacn de
escuelas, colegios, institutos y otros centros de enseñanza gratuita, semigratuita
o remunerada en la regn de Guayana. (Art. 2° Estatutos de la Asociacn Civil
Loyola). En el arculo siguiente se amplía el objetivo “a la formacn preescolar e
integral de la niñez y juventud en la regn Guayana a través de organizaciones
culturales, deportivas y similares, que sean autónomas o surjan de los centros de
enseñanza referidos.
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El diseño del Colegio Loyola (llamado inicialmente Colegio Los Olivos) se
encarga al arquitecto Bernardo Borges Winckelmann, quien en ese momento
se desempeñaba como jefe de la seccn de arquitectura de la Direccn de
Edificacn del Ministerio de Obras Públicas y quien en 1957 había sido reconocido
con el Primer Premio ex aequo en la IV Bienal de Arte y Arquitectura en Sao Paulo,
Brasil. Según el Colegio de Arquitectos de Venezuela en su revista mero 57, el
conjunto educacional Los Olivos, de 30.000 m2 de construccn aproximadamente,
se concib como una gran calle peatonal interior techada articulada con una
plaza central.
Para los jesuitas quienes en ese momento no tenían ninguna obra oficial de
la Compañía en el oriente del país era todo un reto, y más aun cuando pasados
más de tres siglos ya habían sembrado sus frutos en las tierras guayanesas.
En julio del año 1965 se trasladan a Puerto Ordaz tres jesuitas, quienes inician
su funcn educativa en unos galpones provisionales (en el terreno en donde
actualmente está ubicado el helipuerto del hotel Venetur Intercontinental).
No había nada hecho, se limpiaron los galpones, en donde otrora funcionaba
un bar, se consiguieron pupitres y hubo que realizar varios viajes a Caracas para
traer mobiliario y material educativo y finalmente las clases comienzan el jueves
30 de septiembre de 1965 a las ocho de la mañana, cuando un autobús solicitado
a Caracas y donado por el Colegio San Ignacio entra conducido por el incansable
hermano José María Armentia con una treintena de alumnos, quienes habían
sido inscritos en ese verano en unas oficinas provisionales en el Colegio Nazaret,
que fueron cedidas por las hermanas para realizar tales inscripciones. Contaba
el hermano Armentia, muchos años desps, sobre la peticn que hacía a los
muchachos para que se sentaran en las ventanas del autobús para que diera la
sensacn en la naciente ciudad de que había mucha gente en el Colegio.
En el momento de la fundacn del Colegio el presidente de la reblica era
precisamente un guayanés, el Doctor Raúl Leoni; el presidente de la Corporacn
Venezolana de Guayana un exalumno ignaciano: el general e ingeniero Rafael
Alfonso Ravard; el ministro de Educacn J.M. Siso Marnez, el papa, Juan XXIII,
el prepósito General, el P. Pedro Arrupe s.j, el viceprovincial de Venezuela, el P.
Víctor Iriarte s.j., el rector del Colegio San Ignacio, el P. Francés s.j, (segundo
102
Alejandro Enrique Gamboaaz
rector del Colegio Loyola), y como primer rector del Colegio Loyola el padre José
Luis Andueza s.j.
El lunes 4 de octubre de 1965 aparece la siguiente reseña en el periódico El
Bolivarense de Ciudad Bolívar:
Puerto Ordaz. Oct 3. (Especial) Sen las cnicas históricas, fue en 1664 cuando
arribaron a Guayana la vieja (pueblo de los Castillos de Guayana) los primeros
misioneros de la Compañía de Jes. El padre José Gumilla, de la misma orden
de Loyola, refiere en su famosa obra El Orinoco Ilustrado (1741) que en aquellos
os varios jesuitas entre ellos el padre Francisco Ellauri criollo oriundo de los
Andes de la Gran Colombia- llegaron y se residenciaron en Santo Tomé, la antigua
capital de la gobernacn de Guayana, que fue el centro vital de las primeras
misiones establecidas en el Orinoco. Después de 300 años, los jesuitas han vuelto
a Guayana, ahora a cumplir misn educativa.
En una casona existente frente al Salto Cachamay, complementado por un galn
de obra limpia destinado a aulas, ha quedado instalado el Colegio de los padres
jesuitas de Puerto Ordaz, que inicia sus actividades pedagógicas con nder,
preparatorio, primero y segundo grado de primaria.
El rector de la nueva institucn educativa, reverendo padre José Luis Andueza s.j,
explicó que la Compañía de Jesús regenta en Venezuela la Universidad Católica
Andrés Bello y los Colegios San Ignacio y Jes Obrero en Caracas, Javier en
Barquisimeto y Gonzaga en Maracaibo.
Pero hasta el presente, ningún plantel tenía en el oriente de la república. Ahora
agregó el informante transcurridos 284 años desde que abandonaron la región al
ceder sus misiones en Guayana a los capuchinos catalanes, los jesuitas han vuelto
para contribuir con su labor pedagica al proceso cultural de la promisora zona
del hierro. El nuevo colegio ha comenzado con los primeros grados de primaria,
pero de manera paulatina sen ampliados hasta completar el bachillerato.
No expresó enfáticamente el padre Andueza , este plantel no está reservado a
sectores social o económicamente privilegiados. Todo lo contrario, sus aulas esn
abiertas de par en par a todos los niños. Lo único que se exige termina diciendo
el padre Andueza es disciplina y vocacn para el estudio.
A la llegada a Ciudad Guayana los padres jesuitas vian en una casita en
Villa Brasil y se trasladaban al Campamento Caroní (hoy Macagua) para comer.
El lugar donde se instael colegio había sido inicialmente un bar y luego unos
galpones de jardinería de la Corporacn Venezolana de Guayana. Las cosas no
fueron fáciles al comienzo: el Ministerio de Educacn no estaba convencido de
otorgar el permiso correspondiente al funcionamiento, ya que esas instalaciones
se encontraban al margen del o Caroní y al lado de la avenida Guayana, pero
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dada la insistencia y la promesa de la mudanza a otras instalaciones provisionales
(hoy sede de estudios de postgrado de la Universidad Experimental de Guayana,
UNEG, en la Urbanizacn Chilemex), otorga el permiso P-170 el 14 de febrero de
1966. El Colegio crecía vertiginosamente en mero de alumnos. Comenzaron
30 alumnos y ya para la Navidad se había duplicado la cantidad de alumnos.
Los padres José Luis Andueza s.j, Jesús Francés s.j. y Miguel Odriozola s.j,
primeros rectores del Colegio, recalcan en una entrevista realizada en diciembre
de 2009 la impresionante confianza que demostraban los representantes de los
primeros alumnos al aceptar que sus hijos estudiaran en un sitio algo peligroso
entre una gran avenida (la avenida Guayana) y la turbulenta rivera del oscuro río
Caroní, en esa primera sede del Colegio.
Ese mismo año 1966, y tras la inminente crecida del río Caroní, aún sin estar
listas las instalaciones de el pequo Loyola (nombre que se le dio a esas
instalaciones que fueron la segunda sede del Colegio mientras se construiría
el Gran Loyola, la sede definitiva) en la urbanizacn Chilemex, los padres
jesuitas junto a la entusiasta ayuda de representantes y alumnos mudan hombro
a hombro, y con dos camiones prestados, pupitres y mobiliarios ante el asombro
del contratista constructor quien se haa retrasado en las obras. Esto sucedió el
21 de mayo y repentinamente, porque las lluvias y la crecida del río hicieron muy
peligroso el hecho de continuar en aquella primera sede del Colegio contiguos
al parque Cachamay. Sobre esa segunda sede del Colegio se comentó, en un
comunicado al Padre Provincial, en junio de 1966:
()es un bello edificio, con diseño moderno y funcional, construido por la
Corporacn Venezolana de Guayana. Tiene cierto aspecto de mansn, pues sus
paredes son de ladrillos y los techos de teja. Consta de tres cuerpos (pabeln de
aulas, salón de usos múltiples y residencia-direccn). Tiene un buen patio enlosado
para deportes y un pequeño parque anexo. Su capacidad puede calcularse en
300 alumnos
El padre Andueza viaja a Caracas para acelerar los planos y construccn del
colegio definitivo y lo consigue. Más de dos años duraría la construccn del
colegio definitivo.
La historia del Colegio Loyola Gumilla no estaría completa si no se hace una
justa mencn al padre Gonzalo Palacios de Borao, quien en 1957, antes de la
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Alejandro Enrique Gamboaaz
creacn de Ciudad Guayana, se instala en Puerto Ordaz y en 1959 con el apoyo
del Rotary Club y de la Orinoco Mining Company (hoy Ferrominera Orinoco)
funda el Instituto Gumilla. Inicialmente había fundado una escuela en Castillito,
en el sector Los Monos llamada Escuela Domingo Zorrilla. En Puerto Ordaz lo
haa una escuela (la Diego de Ordaz), que era exclusiva para los hijos de los
trabajadores de la Orinoco Mining; en cambio esta escuela, la Zorrilla, fundada
por el padre Palacios era abierta a todo el blico. De esa experiencia viene
el primer uniforme que tenían las alumnas de esa escuela, luego del Instituto
Gumilla y finalmente, del Colegio Loyola Gumilla (cuadritos blancos y verdes) en
sus primeros años.
El padre Palacios quien llegó a Venezuela desde Bombay, India, donde había
sido rector y fundador de la Escuela de Medicina. Posterior a la fundacn de la
Escuela Domingo Zorrilla consigue donaciones y comienza a fundar talleres de
artesanía, siempre pensando que los muchachos, además de tener su primaria,
pudieran aprender un oficio, y con la particularidad de que eran mixtos, varones
y hembras algo que no exisa en los colegios oficiales de la Compañía. El padre
Palacios via en una casita muy humilde. Luego de la Escuela Zorrilla, funda el
Instituto Gumilla y construye dos edificios para alquilarlos y obtener recursos para
su proyecto educativo ubicado frente al actual campo de beisbol de la Ferrominera
en el centro de Puerto Ordaz. Ya desde ese momento el ilustre profesor Pablo
Armas daba clases en el Instituto (aún lo hace en el Colegio y quien escribe
está profundamente agradecido por sus enseñanzas en la química orgánica y
recuerda con orgullo haber sido su alumno en 1989). Cabe destacar que, además
del bachillerato regular, el Instituto Gumilla impara clases en el turno nocturno,
educación técnica y comercio, clases de inglés y secretariado comercial no
sólo en Puerto Ordaz, sino tambn en Ciudad Piar. El padre Palacios crea una
fundacn para construir un gran colegio. No pudo ver realizado este suo en
vida, ya que el 3 de abril de 1967 fallece; entonces el Instituto Gumilla queda
huérfano y el 19 de febrero de 1968 se une al ya fundado Colegio Loyola y de
alviene su denominacn actual: Colegio Loyola Gumilla.
En el o 1968 y aún sin concluir, los padres fundadores se mudan a la
actual estructura y nuevo Colegio Loyola Gumilla con sus más de 30.000 m2 de
construccn y un área privilegiada de 200.000 m2. Las clases se imparan junto
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con la culminacn en la construccn. Al incorporarse los alumnos del Gumilla al
Loyola, el P. Jesús Francés tuvo que explicar y convencer al padre general de la
Compañía de Jes en Roma, el padre Arrupe, sobre la necesidad y el compromiso
moral de proseguir con la educacn prodigada a varones y hembras del Gumilla.
El padre Arrupe aceptó ad experimentum, y el colegio se convierte en el primer
colegio mixto en la historia de la Compañía, lo en el bachillerato. No es sino
hasta el año 1980 que las niñas comienzan desde el kínder.
Imagen 2: Vista aérea Colegio Loyola. 1968. Fuente: Revista Colegio de Arquitectos de Venezuela
Nro 53
Imagen 3: Vista aérea Colegio Loyola. 2000. Foto de Evelio Lucero
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Alejandro Enrique Gamboaaz
Carlota Rojas (2004) expone en su trabajo Testimonios e Igenes de los
inicios de una ciudad que según cuenta su abuela, Doña Carlota Herndez
quien nació en el hato Castillito, los terrenos que actualmente ocupan el Colegio
Loyola Gumilla y la Universidad Católica Andrés Bello hacia los años treinta,
fueron muy probablemente parte del hato La Esperanza, nombre que sin duda
denota una impronta de ilusn y enera a la labor educativa que se imparte en
estos íconos de Ciudad Guayana.
El padre José Luis Andueza contaba que la inauguracn oficial de la nueva
estructura del Colegio, aún en construccn, se realizó con una sencilla misa el
a 31 de julio de ese año 1968 (día de San Ignacio). Luego de la misa se realizó
un compartir entre los padres fundadores, profesores y el general Rafael Alfonso
Ravard en unas sencillas mesas y sillas dispuestas bajo el espacio techado
contiguo al teatro del Colegio. Cuentan que una vez iniciado el compartir empezó
a caer un aguacero tan fuerte que desde lo que hoy es la urbanizacn Los Saltos
se deslizaba un río de agua y el característico barro rojizo guayanés que caía
por la recn construida calle de entrada del Colegio. Los asistentes tuvieron que
“arremangarse los pantalones y mudar mesas y sillas porque todaa el colegio en
construccn no tenía listo del todo el sistema de desagüe: ¿sería esa una señal
del trabajo arduo que por más de cuarenta y cinco años le ha tocado realizar al
colegio?¿Una señal del potencial humano que el Colegio formaría y sigue formando
en valores de amar y servir?¿Un aviso de papá Dios para abonar y regar a la
incipiente ciudad con educacn de calidad, inclusn y al alcance de todos?
En esos primeros años el Colegio contó con el trabajo arduo de profesores
íntegros, de calidad educativa y moral, el incondicional apoyo de los padres y
representantes y la familiaridad con todos sus alumnos. Por la presn de cupos
de muchos padres que querían que sus hijos estudiaran en el Colegio, en los
primeros años hubo cursos de más de cuarenta y cinco muchachos, y esto
implicaba un arduo trabajo de los profesores.
El padre Mikel de Viana s.j. (2004) , señala que “ser persona es anterior y
más importante que ejercer una profesn es la base necesaria para ejercer
humana y éticamente cualquiera de ellas, y en el Colegio se contó y se cuenta
con muchos profesores comprometidos que más que excelentes profesionales
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107
fueron y son buenas personas. Esa misma mística de trabajo se ha modelado y
se modela a los alumnos, antiguos y futuros bachilleres guayacitanos.
Todaa laboran en el colegio las queridas maestra Carmen (excelente maestra,
quien escribe tuvo el placer de ser su alumno en el kínder en 1977), la maestra
Miriam (quien escribe la recuerda con cariño y tuvo el placer de ser su alumno en
el preparatorio en 1978), la profesora Diana Bolinaga (mi excelente profesora de
Biología y Genética en 1986), la maestra Daniela (excelente profesora de Lengua
y Literatura, quien escribe tuvo el honor de ser su alumno en 1983) y el profesor
José Gregorio DAubeterre (excelente profesor de Geografía Económica, quien
escribe tuvo el honor de ser su alumno en 1988). Hay tantos otros profesores y
maestras que trabajaron muchos os en el Colegio y se recuerdan con profunda
admiracn, aprecio y cariño: la madre María Paz y la madre Victoria (Esclavas
de Cristo Rey), las maestras Fredita, Estrellita, Miriam Delgado y Nohemí, los
profesores Azócar, Flor Gauthier, Yramia Lanz, Rosa Camelia Casanova, Adriana
Gil, Per y Olivares. Los padres Odriozola, Carlos Díaz, Juan Izaguirre, Castellano,
Ollaquindia, Asarta, Araneta, Berecibar, Moreta, José Martínez y Dionisio La
Huerta.
El padre Miguel Odriozola s.j., prefecto de disciplina, encargado de deportes
y actividades extracurriculares durante los primeros años, luego tercer rector del
Colegio, relata que la familiaridad entre alumnos, profesores y curas promovía la
fraternidad y el encuentro con los compañeros. Rememora con mucha nostalgia
las horas previas al inicio de las actividades en las tardes con largas y sabrosas
tertulias. Recuerda una disposicn muy abierta a las propuestas, tanto por parte
de los alumnos como por parte de los representantes, en un ambiente sano y de
alegría. Tambn recuerda las actividades deportivas organizadas en la semana
y lo especial de los as sábados, con la entusiasta participacn de la comunidad
educativa. Incluso el padre Odriozola recuerda el funcionamiento de un internado
que dual menos tres años porque había pocos internos y de muy variada edad,
hecho que hacía bien difícil la conduccn, pero que funcionó por requerimiento de
la Corporacn Venezolana de Guayana y el crecimiento de toda el área industrial
cercana a Ciudad Guayana.
108
Alejandro Enrique Gamboaaz
Una curiosidad de los inicios del Colegio es el hecho de que el profesor Cándido
Mazón, quien llegó desde Caracas e instaló el laboratorio de física y realizó, con
el P. Odriozola de ayudante, muchas de las instalaciones eléctricas del Colegio,
viviera en las propias instalaciones del Loyola Gumilla.
A inicios de los años setenta, luego de un temblor importante, la estructura
sufrió algunas fisuras, debido a lo cual el ingeniero padre Adolfo Herndez s.j,
realizó un estudio y se comenzaron las obras de remodelacn y reforzamiento
para convertir la estructura en una estructura antismica. El mismo P. Hernández
se encargó de la supervisn y en ese año, 1973, los dos turnos se fundieron
en un solo turno de clases que permia arrancar las obras en la tarde y trabajar
hasta la noche.
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El Colegio Loyola Gumilla tiene una entrada principal por la prolongacn
de la avenida Atntico. A la derecha un hermoso campo de fútbol que lleva el
nombre de uno de sus fundadores: hermano José María Armentia, animador
de los eventos deportivos, primer director del Colegio (y excelente profesor de
matemáticas, ya que quien escribe tuvo el honor de ser su alumno en el sexto
grado en el o 1984). El campo realza por su color verde (el Colegio le debe,
entre otras muchas cosas, sus jardines y el verdor de la grama de sus canchas
al padre Miguel Angel Mora s.j. ptimo rector del Colegio), en contraste con
los ladrillos naranjas de las modernas edificaciones de la Universidad Católica
Andrés Bello de Guayana al fondo. Luego, a la derecha tambn se encuentran
dos estacionamientos y las instalaciones del Postgrado de la Universidad (en
donde antiguamente funcionó el internado del Colegio). Tambn se encuentra
un pequo comedor y la oficina de ASIA (Asociacn de Antiguos Alumnos);
más adelante se encuentran de frente la estructura principal del Colegio y hacia
la derecha la biblioteca que lleva el nombre del padre Carmelo López s.j., quinto
director del Colegio (y excelente profesor de Bioloa, quien escribe tuvo el honor
de ser su alumno en 1988).
Luego están las aulas del bachillerato, los laboratorios y contiguos un amplio
jardín, dos canchas techadas y una abierta para voleibol, basquetbol y futbolito. En
ciudad y
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el centro, y uniendo el bachillerato y la primaria, están las oficinas administrativas,
la sala de reuniones, la Dirección, el rectorado y al fondo el gran teatro del Colegio
con aforo para más de 700 personas, con camerinos, luces, proyector de cine
y acústica excepcional. Hacia la izquierda están las aulas de la primaria, con su
biblioteca, patio abierto, tres canchas de futbol. Tambn a la izquierda están el
preescolar, los parques infantiles y la capilla del Colegio, impresionante obra de
la ingeniea sin columnas centrales y con gran capacidad.
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El Colegio en su labor educativa ha estado dirigido por deres y formando
deres comprometidos con el servicio y con cuatro valores fundamentales, tal
como lo comenta Chris Lowney (2004) en su libro: El liderazgo al estilo de los
jesuitas, las mejores prácticas de una compañía de 450 años que cambió el
mundo. Esos pilares fundamentales son el conocimiento de mismos: entender
las fortalezas y los aspectos a mejorar; el ingenio: innovar confiadamente y
adaptarse al mundo dinámico en que vivimos; amor: tratar al prójimo con amor
infundiendo una actitud positiva; y hersmo: luchar por los ideales con fuerza e
ilusn. El Colegio no sólo ha crecido en meros con Ciudad Guayana, más aun
en valores humanos para una educacn de calidad, servicio, e inclusn para un
gran número de guayacitanos.
110
Alejandro Enrique Gamboaaz
Tabla 1. Estadísticas del Colegio Loyola Gumilla
Año
Religiosos
Profesores
Estudiantes
Sacer
Herm
Escol
Religiosas
Seglar
SJ
Primaria
Bachiller
Nocturno
Total
1966
2
1
2
1
60
60
1967
3
2
4
4
287
180
467
Internado
1968
3
4
2
5
17
393
225
618
Comp
Semi
1969
6
4
3
5
17
547
303
850
20
14
1970
6
5
3
5
22
616
370
50
1.036
14
12
1971
5
5
3
6
26
611
470
65
1.146
16
18
1972
5
5
1
6
30
643
561
75
1.279
1973
7
5
4
36
697
606
75
1.378
1974
9
5
4
38
693
596
54
1.343
1975
9
5
4
38
775
629
54
1.458
1976
11
5
4
42
764
664
54
1.482
1977
11
6
1
5
49
790
633
50
1.473
1978
10
6
5
39
773
611
50
1.434
1979
9
7
4
43
766
614
1.380
1980
9
5
4
46
12
778
627
1.405
1981
10
5
50
11
783
649
1.432
1982
8
3
50
11
783
649
1.432
1983
9
2
50
11
783
649
1.432
1984
8
3
52
10
872
615
1.487
1985
7
3
52
10
917
615
1.532
1986
6
3
54
11
949
646
1.595
1987
6
3
55
10
993
652
1.645
1988
7
3
57
10
1.035
650
1.685
1989
7
3
62
9
1.075
652
1.727
Año
Sacer
Herm
Escol
Religiosas
Profesores
Preesc
Básica
Diversif
Total
1990
6
3
65
7
1458
233
1.691
1991
6
3
65
10
255
1.158
238
1.651
1992
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1.122
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1995
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1996
7
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1.537
1997
10
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72
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1.058
211
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1998
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1999
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2003
7
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178
1.440
2004
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2005
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2007
9
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sin detalles
1.467
2008
9
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95
sin detalles
1.506
2009
8
1
92
sin detalles
1.506
La tabla anterior resume parte importante de las estadísticas del Colegio
a lo largo de su historia, y se ha obtenido de los datos oficiales enviados
anualmente por los rectores a Roma. En 1967 se incorporan 180 estudiantes
del bachillerato del Instituto Gumilla. Entre 1968 y 1971 el Colegio tuvo alumnos
internos y algunos alumnos que salían sólo los fines de semana a solicitud de la
Corporacn Venezolana de Guayana, que requería que los hijos de algunos de
sus trabajadores en otras ciudades pudiesen pernoctar en el Colegio. Entre 1970
y 1978 tambn funcionó el turno nocturno. En el año 1977 se alcanza la mayor
cantidad de religiosos (sacerdotes, hermanos, escolásticos y hermanas). En 1980
las hermanas Esclavas de Cristo Rey abandonaban al Colegio para fundar su
propia institucn en la creciente zona de Unare y, remodelando la casa donde
ellas vivieron desde la fundacn, se muda el preescolar a ese espacio.
La mayor cantidad de alumnos se alcanen 1989 con un total de 1.727. Cabe
la aclaratoria que el mero de sacerdotes, hermanos y estudiantes jesuitas que
refleja la tabla, corresponde a la comunidad jesuita adscrita al Colegio, por la
112
Alejandro Enrique Gamboaaz
cual a partir de 1998 se incluyen en esos datos a los sacerdotes que sirven a la
Universidad Católica Andrés Bello extensn Guayana.
Tabla 2. Rectores del Colegio Loyola
G
umilla
Rectores
Período
1
José Luis Andueza s.j.
1965-1974
2
Jesús Francés s.j.
1974-1979
3
Miguel Odriozola s.j.
1979-1983
4
Dionisio Lahuerta s.j.
1983-1986
5
Juan Izaguirre s.j.
1986-1992
6
José Luis Martínez s.j.
1992-1997
7
Miguel Angel Mora s.j.
1997-2008
8
Aida Astudillo
2008-Actual
El Colegio ha tenido hasta el momento ocho rectores. Los primeros siete, todos
padres jesuitas y la octava rectora, la profesora Aída Astudillo se convierte en el
año 2008 en la primera rectora mujer y laica del Colegio. La figura de los rectores
es una característica importante de los colegios jesuitas.
Tabla 3. Directores del Colegio Loyola Gumilla
Directores
Período
1
José María Armentia
1965-1967
2
José Luis Andueza s.j.
1967-1974
3
Santiago Ollaquindia s.j.
1974-1979
4
Dionisio Lahuerta s.j.
1979-1983
5
Carmelo López Ch. s.j.
1983-1993
6
Susy Nagy
1993-1995
7
Yramia Lanz
1995-2005
8
Aida Astudillo
2005-2008
9
Wanda Hammerlock
2008-Actual
El Colegio ha tenido hasta el momento nueve directores y en 1993 la profesora
Susy Nagy (excelente profesora de Física, quien escribe tuvo el honor de ser
su alumno en 1987), egresada del Colegio, se convierte en la primera directora
mujer y laica.
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113
El padre F. Javier Dup señala que el nervio de la educacn jesuítica es el
servicio: Virtud y letras y reflexiona que está muy bien adquirir una base sólida en
expresn oral, conocimientos cienficos y matemáticos, aprecio a la naturaleza,
conocimiento y amor a la patria (en el himno del Colegio por la patria lucharemos,
hasta vencer o morir), pero eso no es suficiente, no basta.
El Colegio Loyola Gumilla, así como los colegios dirigidos por la Compañía
de Jesús o de inspiracn ignaciana, buscan formar hombres y mujeres de bien,
al servicio de los demás (en todo amar y servir) y con valena Somos Loyolas
valientes!), constancia (sin cejar en el ánimo y ardor) y trabajo arduo para poder
transformar una sociedad desequilibrada en una sociedad más justa, con igualdad
de oportunidades y con una educacn más de calidad que de cantidad.
En el Colegio no se discrimina ni por razones económicas ni sociales y mucho
menos por divergencias de pensamiento, se ayuda a quien lo necesita (casi un
25% de los alumnos están becados), respetando y estimulando la libertad de las
personas a pensar de forma distinta, inculcando valores que le son propios a la
pedagogía ignaciana.
En 1599, hace más de 400 años, se promulgó la Ratio Studiorum para
orientar el hacia nde vamos y a qué de la praxis pedagógica del Colegio, y desde
entonces Virtud y Letras ha sido la consigna de las instituciones ignacianas,
reiteradas por el Libertador Sin Bolívar en Moral y Luces.
El Colegio sigue el PEC (Proyecto Educativo Con de la Compañía de Jes
en Arica Latina) promulgado por la CPAL (Conferencia de Provinciales Jesuitas
de Arica Latina) en el o 2005. De ese documento y ante el actual contexto
se proponen once ideas muy importantes, que el Colegio sigue:
1. Identidad en la misn: evangelizando y formando integralmente a las
personas en el campo educativo.
2. Comunidad Educativa: se persiguen instituciones acamicas con
comunidades educativas integradas por todos los actores: jesuitas, laicos,
educadores, familias y alumnos.
114
Alejandro Enrique Gamboaaz
3. Impacto en la sociedad y en las poticas públicas: no se puede aislar la
institucn de la realidad que le rodea, se debe construir la historia.
4. Pluralismo cultural y fe cristiana: se anima y motiva a seguir a Cristo
modelando la fe cristiana pero bajo el respeto a todos, sin distincn de
raza, nero, relign, situacn social, económica o cultural.
5. Valores a promover: se alienta el pensamiento alternativo que ayude
a internalizar los valores cristianos oponiéndose a las ideologías que
deshumanizan, someten a un pensamiento único, marginan en la pobreza
o alientan el consumismo.
6. Procesos educativos: se busca sean personalizados y orientados a una
capacitacn para el trabajo, la convivencia democrática y el desarrollo
social.
7. Nuevas formas de pensar y de aprender: adaptarse a las herramientas
tecnológicas y conjugarlas en un aprendizaje constructivo.
8. Fomento a la investigacn: fomentar la squeda de conocimientos en
proyectos y líneas que le sean propias al Colegio y a su entorno.
9. Diseño organizacional y gestión eficaz: para adaptarse a los cambios con
decisiones colegiadas y planificacn previa.
10. Cultura evaluativa y renovacn continua: orientar en la línea del magis
(buscar siempre más) ignaciano y crear una cultura de evaluacn de la
calidad de los cargos directivos, los profesores, los recursos, los procesos
y todas las actividades educativas.
11. Continuo educativo y redes cooperativas: las instituciones educativas
jesuitas y las de inspiracn ignaciana deben integrarse entre así como
todas las etapas educativas que promueven.
Por el Colegio han pasado más de 50 padres jesuitas, 14 hermanas Esclavas
de Cristo Rey, más de 400 docentes y más de 4.000 alumnos en 42 promociones
de bachilleres. La historia del Colegio Loyola y la historia de la misma ciudad van
de la mano, en una Guayana Sustentable.
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El aporte de los exalumnos y egresados que amamos a nuestro Colegio, que
entramos para aprender y salimos para servir, y seguimos en nuestra ciudad es el
mejor aporte a Ciudad Guayana, y como dijo el padre Gumilla hace casi 300 años
en estas mismas tierras guayanesas, esperamos que con cada alumno formado
en el Colegio se pueda decir con alegría e ilusn: Lo sembré y creció
Imagen 4: Vista de la Capilla y entrada del Colegio. 2011. Fuente: Revista Guayana Ucabista N° 25.
Foto de Juan Castillo.
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Alejandro Enrique Gamboaaz
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Asociacn de Antiguos alumnos del Colegio San Ignacio (2008) . En todo amar
y servir. Caracas: Michelangeli, A, p.482.
Conferencia de Provinciales Jesuitas en Arica Latina. (2005) Proyecto educativo
común de la Compañía de Jesús en América Latina. Río de Janeiro:
Daugraf.
De Viana, M., rez, M. y De Diego, L. (2004). Ser Persona: Cultura, Valores y
Relign. Caracas: Publicaciones UCAB.
De Wohl, L. (2005) El hilo de oro: Vida y época de San Ignacio de Loyola. Madrid:
Ediciones Palabra p.285.
Duplá, FJ. (2006) Educando a los guayaneses. Arculo no publicado. Ciudad
Guayana.
El Bolivarense, Ciudad Bolívar (periódico) 4 de octubre de 1965.
Galdos, P. (2006) Vida de San Ignacio de Loyola. Los Jesuitas en Latinoamérica.
Caracas, Ediciones SA Educacn y Cultura Religiosa p.120-131
Gamboa, A. (2009) Discurso de orden Graduacn de Bachilleres Loyolas 2009.
Discurso no publicado.
Lowney, C. (2004) El Liderazgo al estilo de los jesuitas. Bogotá: Editorial Norma
p.12.
Mora, M. (2005) Cumplimos 40 años. Arculo no publicado.
Noticias de la Viceprovincia de Venezuela, Tercera Época, Año II, 1964, Número
17, p.1 y 2.
Noticias de la Viceprovincia de Venezuela, Tercera Época, Año II, mayo 1965,
Número 22, p.1.
Noticias de la Viceprovincia de Venezuela, Tercera Época, Año II, junio 1965,
Número 23, p.22.
Noticias de la Viceprovincia de Venezuela, Tercera Época, Año II, julio 1965,
Número 24, p.17 y 18.
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Noticias de la Viceprovincia de Venezuela, Tercera Época, Año II, septiembre
1965, Número 25, p.21.
Noticias de la Viceprovincia de Venezuela, Tercera Época, Año II, noviembre
1965, Número 27, p.5.
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Entrevista al padre José Luis Andueza. Caracas, diciembre de 2009.
Entrevista al padre Francés. Caracas, diciembre de 2009.
Entrevista al padre Miguel Odriozola, diciembre de 2009 y febrero de 2010.