abarcan un amplio espectro de situaciones, en
cuyos extremos aparecen los sujetos que más
se alejan de lo habitual. En un sentido amplio,
la diversidad se trata de un elemento
enriquecedor, son muchas las situaciones de
aprendizajes que surgen de la diversidad y,
desde luego, es una de las circunstancias más
relevantes a tener en cuenta desde un punto
de vista educativo al momento de planificar
los aprendizajes.
Existen necesidades educativas comunes,
compartidas por todos los alumnos de
determinada edad, grado y contexto social,
que hacen referencia a los aprendizajes
esenciales para su desarrollo personal y
socialización, que están expresadas en el
curriculum escolar. Sin embargo,
independientemente que se tenga la misma
edad y se curse el mismo grado, la suma de
las características individuales determinan al
estudiante como un ser único e irrepetible,
con una identidad propia, cargada de
experiencias, potencialidades, fortalezas así
como limitaciones. Las capacidades,
intereses, ritmos, motivaciones y
experiencias diferentes de los estudiantes
determinan el proceso de aprendizaje; por
ello, no todos los estudiantes se enfrentan con
el mismo bagaje y de la misma forma a los
aprendizajes.
La atención a la diversidad en el marco de la
unidad del grupo se remite al hecho de que,
aunque todos los estudiantes tienen
necesidades educativas individuales propias
y específicas para poder acceder a las
experiencias de aprendizaje, forman parte de
un grupo de estudio (grado o sección, varía
según el contexto) necesarias para su
socialización, cuya satisfacción requiere una
atención pedagógica individualizada, pero
dentro del mismo grupo. La atención a la
diversidad aspira acabar con la
discriminación y propiciar el respeto a ser
diferente, entendiendo que todos los seres
humanos son diferentes, únicos e irrepetibles.
Satisfacer las necesidades particulares de los
estudiantes de una sección, sean cuales
fueren sus características personales,
psicológicas o sociales, depende en gran
manera de realizar adecuadamente el
diagnóstico integral de los estudiantes que
conforman el grupo de atención, valorando
primero las potencialidades individuales y
grupales; en segundo lugar las necesidades,
inquietudes e intereses y por último las
limitaciones o dificultades presentes. Ahora
bien, no toda necesidad individual es
especial, algunas necesidades individuales