muy pobre ya que en el pasado estos saberes fueron olvidados y despreciados como algo inservible,
solo los saberes universales son considerados fundamentales en el ámbito educativo y de
preservación del planeta, de esta manera es imperante la necesidad de un modelo educativo
emergente que permitan a los pueblos indígenas fortalecer su identidad cultural, expresarse
libremente en su idioma originario, valorar sus vestimentas, cosmovisiones, costumbres y
tradiciones, medicina tradicional, alimentos tradicionales y naturales y muchos otros valores
culturales que han sido olvidados por efecto de la colonización extranjera.
Es por ello, que se hace necesario referir lo expuesto en la Declaración Universal de la
Unesco sobre la Diversidad Cultural (2001) se establece que:
Los saberes tradicionales y ancestrales son un patrimonio cuyo valor no se
circunscribe únicamente a las comunidades originarias, sino que dichos saberes
constituyen un importante recurso para toda la humanidad, en tanto enriquecen el
conocimiento mutuo por medio del diálogo, y permiten conservar el amplio espectro
de la diversidad cultural existente en un territorio dado. (s.p)
Desde una perspectiva más pedagógica los saberes ancestrales deben hacerse notar en los
individuos, es sorprendente notar como para algunas personas, en este caso niños, se entusiasman
en la siembra de plantas o en el reciclaje, representando un medio de recreación fundamental para
el aprendizaje dentro de las escuelas. Aunque de manera simple, se puede señalar que, la formación
que debe tener el individuo sobre el ambiente o la naturaleza, va más allá de un conocimiento
teórico de saber o no saber una cosa; hablamos de un aspecto que explica la diferencia entre la
perspectiva de una persona con respecto a otra. Depende de cómo esté el corazón, así van a ser los
pensamientos y la capacidad para discernir y entender.
Así como sea la capacidad para discernir y entender, así será la manera de estudiar,
gestionar, planificar y utilizar los recursos naturales y el territorio. No se puede resumir el
ambiente, como algo netamente teórico o como solo un buen hábito, debe enmarcarse en que desde
el interior del individuo, se refleje la convicción de que lo que realizo en mi entorno, me lo estoy
haciendo también a mí mismo, no dejarlo como un asunto de teoría aprendida sino de verdad
internalizada, sin descartar los conocimientos universales, sino valorando por igual ambos saberes
en el ámbito rural de las comunidades, en esta línea de reflexión, desde la vertiente ambiental y no
solo desde ella, podríamos mencionar los reclamos de cambio en la lógica del desarrollo, cada vez
más urgentes. De igual manera, las ideas abordadas tienen su sustento axiológico en la medida que