interés de focalizar los procesos formativos en el binomio teoría-práctica y el de investigación-
práctica; lo que supone construir la conciencia reflexiva de todos los involucrados. En definitiva,
se trata de formar maestros comprometidos con una cultura de trabajo en equipo, para desarrollar
lo que Hargreaves y Fullan (2014, 2005) identifican como el capital profesional, concepto potente
que se asocia con el capital humano, social y decisorio que se debe construir desde la escuela para
atender las necesidades particulares de formación en cada uno de esos contextos.
Los Contenidos ¿cuál currículo?
La revisión de los conocimientos, normas valores y habilidades se vinculan, principalmente
con el tema del Currículo. En este sentido, es necesario reflexionar sobre la especie de limbo en el
que se encuentra el currículo de la Educación Básica (inicial, primaria y media general y media
técnica, Art. 25, LOE) desde hace más de 20 años. Al respecto, algunas experiencias de la autora,
indican que el docente ha venido desarrollando su acción a partir de la escasa información que
posee sobre el Currículo de Educación Básica (Ministerio de Educación, 1997) o en el mejor de
los términos, a partir de los diferentes libros de textos. Esa inexactitud debe ser resuelta.
Es necesario construir el currículo nacional, el perfil de egreso de cada grado y un diseño
curricular renovado. Sobre este último, es importante incorporar en todos los niveles, el desarrollo
de las habilidades blandas. Nuestros alumnos deben ser expertos en: comunicación, gestión de
tiempo, inteligencia emocional, adaptabilidad, pensamiento creativo, empatía, organización,
trabajo en equipo, resolución de problemas, liderazgo. La nueva normalidad así lo reclama, por
tanto, formar un ciudadano que conozca las áreas del saber, pero que además pueda gestionar sus
emociones y tenga herramientas para relacionarse con las personas y con el ambiente, forma parte
de una propuesta alternativa que busca formar a los nuevos ciudadanos del mundo.
Para que el currículo sea pertinente es necesario volver al Currículo Regional (propuesto
en el documento del M.E, 1997), pero además debe incorporarse el planteamiento del currículo
local. De esta manera nos acercaremos más a los conocimientos, normas, valores y habilidades del
ciudadano; y así, desde cada municipio, dar respuestas a las necesidades más sentidas. En nuestro
estado ese currículo regional, debe permearse por algunos ejes transversales y estratégicos, como
el de la Sostenibilidad; la Sexualidad y Reproducción, el Emprendimiento y los Valores.
Finalmente, los currículos locales, deben ser construidos en el seno de cada municipio, porque son
sus miembros, quienes conocen más de cerca sus realidades.