EL ENFOQUE PENTADIMENSIONAL: PRISMA Y EVIDENCIA DE LA COHERENCIA PARADIGMÁTICA EN LA INVESTIGACIÓN
Gilberto Enrique Resplandor Barreto Centro de Estudios Regionales
Fecha de recepción: 15 julio 2019 Universidad Católica Andrés Bello-Guayana Fecha de aceptación: 30 agosto 2019 gresplan@ucab.edu.ve - gilbertoresplandor@gmail.com
Resumen
Esta investigación documental bibliográfica tuvo como propósito develar algunas aproximaciones teóricas relacionadas con el episteme que sustenta los paradigmas de la investigación social; los elementos propios de cada enfoque paradigmático que le otorgan coherencia y que abarca los basamentos teóricos y los procedimientos, métodos, técnicas, instrumentos y formas de análisis de los fenómenos sociales, que
posibilitan una aprehensión de la realidad cónsona con la cosmovisión de los investigadores. Para investigar se requiere una orientación paradigmática que, al estilo de la estrella polar, oriente las acciones a fin de culminar con éxito toda indagación emprendida. La exposición de la información inicia con algunas consideraciones acerca de la generación de conocimientos en las universidades a partir de la función sustantiva de la investigación en las distintas áreas del conocimiento. Se mencionan algunas clasificaciones de los paradigmas de la investigación y de cómo a partir de diferentes perspectivas, estos son distinguidos unos de otros. Los paradigmas considerados tradicionales: positivismo, interpretativismo y sociocrítico son complementados por el paradigma de la complejidad y las nociones del Enfoque Integrador Transcomplejo o paradigma de la Transcomplejidad. Posteriormente se hace una descripción del enfoque Pentadimensional y de la relación entre paradigma y matríz epistémica. Finalmente, se muestra la matríz epistémica de cada uno de los paradigmas identificados. La indagación permitió el reconocimiento de la importancia de conocer con propiedad los paradigmas de la investigación, los supuestos que los caracterizan y las dimensiones de la matríz epistémica como aspectos esclarecedores del proceso investigativo.
Palabras clave: Paradigmas de la investigación, Coherencia paradigmática, Enfoque Pentadimensional, Matríz epistémica, dimensiones.
Summary
The purpose of this bibliographical documentary research was to reveal some theoretical approaches related to the episteme that sustains the paradigms of social research; the elements of each paradigmatic approach that give it coherence and that encompass the theoretical foundations and the procedures, methods, techniques, instruments and forms of analysis of social phenomena, which allow an apprehension of reality in harmony with the worldview of researchers. To investigate, a paradigmatic orientation is required that, in the style of the pole star, guides actions in order to successfully complete any investigation undertaken. The presentation of the information begins with some considerations about the generation of knowledge in the universities from the substantive role of research in the different areas of knowledge. Some classifications of the research paradigms are mentioned and how, from different perspectives, they are distinguished from each other. The paradigms considered traditional: positivism, interpretivism and sociocritical are complemented by the paradigm of complexity and the notions of the Transcomplex Integrative Approach or paradigm of Transcomplexity. Subsequently, a description of the Pentadimensional approach and of the relationship between paradigm and epistemic matrix is made. Finally, the epistemic matrix of each of the identified paradigms is shown. The inquiry allowed the recognition of the importance of properly knowing the research paradigms, the assumptions that characterize them and the dimensions of the epistemic matrix as clarifying aspects of the investigative process.
Keywords: Research paradigms, Paradigmatic coherence, Pentadimensional approach, Epistemic matrix, dimensions
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
La ciencia es una actividad propia de los seres humanos; “es, en razón de su naturaleza, cambiante y, lo es más que cualquier otra ocupación humana. La ciencia está cambiando muy rápidamente en la medida en que es uno de los logros más recientes de la humanidad” (Behar Rivero, 2008, p.5); constituye el estilo de pensamiento y de acción más universal, a pesar de ser el más riguroso
y el más provechoso de todos los modos de pensamiento. En el quehacer científico se debe distinguir entre el trabajo de investigación y su producto final, que es el conocimiento.
La investigación es una estrategia orientada a la gestación de conocimientos, a otorgar firmeza y consolidación de los que ya forman parte del saber y a la creación y adecuación de tecnologías orientadas a propiciar mejor calidad de vida para los seres humanos.
Es a través de la investigación que se amplía el conocimiento, se evalúa el impacto de las acciones que se proponen, se determina la mejor forma de aplicar una medida, de ahí que es de vital importancia la estructuración de estrategias en el currículo, que permitan a los estudiantes en formación, trabajar en forma articulada los diferentes aspectos del conocimiento humano. Aprender lo real de forma integral hace posible construir explicaciones coherentes acerca de los fenómenos que ocurren.
Las Universidades como espacios de generación de conocimientos, al articular las funciones sustantivas que realiza en torno a la investigación como eje transversal de todas sus actividades, posibilita desde la ejecución y desarrollo del currículo, en todos los ámbitos de aprendizaje, lo curricular
y lo extracurricular, la adquisición y desarrollo de competencias investigativas como pauta central para
el desarrollo del pensamiento crítico, científico y creador de su estudiantado.(Carrizo Estévez y González Bravo, 2016)
“...No puede haber desarrollo y calidad universitaria si no existe una verdadera integración docente-investigativa, donde la investigación es el motor impulsor que genera los nuevos conocimientos retroalimentadores y generadores de los procesos.” (Carrizo Estévez y González Bravo, 2016, p.3)
La realización de actividades centradas en la estimulación del pensamiento científico–creador; la vinculación entre la teoría y la práctica; el aprendizaje situado; la educación en el trabajo, donde se aprende haciendo en los ámbitos de actuación profesional; la formación de valores ético-morales y el desarrollo de la sensibilidad humana, constituyen la base de currículos basados en el desarrollo de competencias en los cuales la adquisición de competencias investigativas es primordial.
El énfasis en el desarrollo de competencias investigativas en los estudiantes requiere de un cuerpo docente que promueva, desde el manejo de los contenidos de las diversas disciplinas, actividades de extensión y extracurriculares vinculadas a este proceso, tales como la realización de eventos en los cuales los estudiantes muestren los resultados de sus investigaciones, promover la divulgación de tales resultados e incentivar la participación de los futuros profesionales al otorgar reconocimientos por la labor realizada, entre otras.
En este sentido la investigación está siempre vinculada a la realidad, al campo de conocimiento disciplinar de aplicación, al contexto cultural, social y político en que se desarrolla y se convierte en la fuente de generación de pensamiento libre y útil, cuya difusión aproxima a científicos de diferentes campos disciplinares, enriquece la formación universitaria y orienta a actores sociales relevantes. (Behar Rivero, 2008, p. 14)
Al existir articulación entre las funciones sustantivas de una universidad, por parte de todos sus
integrantes, se promueve la interacción e interrelación entre los diversos actores, profesores y estudiantes de diferentes niveles, se convierte tal articulación en una fortaleza que repercute favorablemente en el proceso de formación y generación de conocimientos en el centro educativo.
La articulación de las labores investigativas programadas y realizadas en el pregrado universitario con las diversas modalidades del postgrado (especializaciones, maestrías y doctorados) enfatiza la adquisición de conocimientos acerca de la aplicación de los métodos de investigación y el acercamiento a los paradigmas de la investigación, lo que permite apropiarse de las diversas perspectivas que tipifican a estos últimos, con el propósito de que al programar una investigación, se seleccione el enfoque o la combinación de estos que resulte más pertinente al objeto de estudio.
El desarrollo de una investigación demanda, por parte del investigador o grupo de investigadores, poseer un conjunto de competencias investigativas, mismas que son requeridas para abordar con éxito la planificación y progreso del proceso de investigación en la búsqueda de respuestas satisfactorias a las distintas manifestaciones fenoménicas que se ponen en evidencia y que generan conflictos de intereses por la búsqueda del conocimiento en las diferentes disciplinas o áreas del saber.
En las primeras etapas de la concepción, planteamiento y formulación de una investigación es preciso conocer y apalancarse en un determinado paradigma que guíe el proceso investigativo y, además, oriente los primeros acercamientos que tiene el investigador con el fenómeno de estudio.
Para realizar una investigación adecuadamente, es ineludible que el investigador posea una formación epistemológica, teórica y metodológica, con el fin de que pueda tener su propio criterio de investigación, según Guba y Lincoln 1994 (c.p. Ramos 2015) “no se puede entrar al terreno de la investigación sin tener una clara percepción y conocimiento de qué paradigma direcciona la aproximación que tiene el investigador hacia el fenómeno de estudio”. (p. 10)
Si el investigador se ha familiarizado e identificado con una determinada orientación paradigmática (epistemológica o teórica) es necesario que la domine ampliamente y sea capaz de establecer una estrategia epistemológica y metodológica, en la cual los principios ontológicos, gnoseológicos y axiológicos se adapten y concuerden con la investigación que se propone desarrollar, “ya que para comprender la ciencia y su contexto es necesario abordarla no solo desde su lógica interna, sino también relacionándola al desarrollo de la sociedad donde se constituye”. (Reyes y Hernández-Moncada, 2019, p. 4).
DESARROLLO
Al hacer referencia a los paradigmas en la investigación, desde los aportes teóricos se mencionan varias clasificaciones, según Triviño y Sanhueza (2005), los principales paradigmas aceptados universalmente son dos, el paradigma cuantitativo, lógico positivista o empírico analítico y el paradigma cualitativo, simbólico, sustantivista, interpretativo, histórico y dialéctico.
Guba y Lincoln, 1994, (c.p. Ramos, 2015) consideran que son cuatro los paradigmas que sostienen la actividad investigativa: el positivismo, el post-positivismo, la teoría crítica y el constructivismo. Para Reyes Heroles (1998), en la investigación se encuentran tres paradigmas: el positivista, el naturalista y la teoría crítica.
Torrico (1998), sostiene que en el ámbito de lo social existen cuatro principales paradigmas teórico/sociales los cuales condicionan la producción del conocimiento científico a través de la investigación científica, estos paradigmas son los siguientes: estructural/funcionalismo, dialéctica crítica, estructuralismo y sistemismo.
En la literatura se expone, tal como se aprecia en los párrafos anteriores, una diversidad de clasificaciones, influenciadas probablemente por la ideología de sus proponentes.
Davini et al, 2000 (c.p Ramos, 2015), nutren el discurso y aportan que los paradigmas sociales son cuatro: empirista, subjetivista, crítico e integrado; cada uno supera al anterior pero no lo sustituye. En concordancia con la línea expositiva, otros autores señalan que el marxismo, el análisis sistémico, el funcionalismo y el estructuralismo se instituyen como los principales referentes teóricos sociales que permiten abordar los fenómenos que provoca la realidad social.
Sin la intención de agotar esta temática, por la amplitud de las posturas teóricas, se puede apreciar que, en general, los paradigmas en la investigación social se aglutinan en tormo al positivismo, al interpretativismo y a la teoría crítica (Amador Berrocat, 1994).
El paradigma positivista, centrado en la perspectiva empírico-analítica, de base positivista- racionalista conlleva con preferencia la aplicación de una metodología cuantitativa. El paradigma interpretativo de base naturalista-fenomenológica emplea una metodología preferentemente cualitativa y el paradigma sociocrítico, fundado en la tradición filosófica de la teoría crítica hace uso de una metodología preponderantemente cualitativa. (Sabariego Puig, 2009)
Según Aguilar, Bolaños y Villamar (2017), la realidad en sus distintas manifestaciones, constituidas por diferentes niveles y sus correspondientes dimensiones, son multireferenciadas, complejas y escapan a la compresión global de los seres humanos debido a la diversidad de fuerzas (naturales, sociales, económicas, políticas, culturales y espirituales) que intervienen en su conformación, desarrollo y transformación.
Ante tal situación, el Hombre desde que descubre su capacidad cognoscitiva siempre ha intentado establecer explicaciones racionales que le permitan conocer, describir, comprender e interpretar las regularidades que presenta la realidad y los hechos o fenómenos naturales, sociales y espirituales que provoca.
La complejidad y la multidimensionalidad de la realidad, determina que el investigador se enfrente a una fuente inagotable de situaciones desconocidas que demandan para su solución de procesos cognoscitivos que posibiliten, a través de la investigación científica y la aplicación del método científico, transitar desde lo conocido hasta lo desconocido.
La consideración realizada en los párrafos anteriores, invita a asumir nuevas miradas de esa realidad que se nos revela incierta, indeterminada y plétora de incertidumbre, a emprender la búsqueda de otras maneras de comprender los fenómenos desde el establecimiento de un diálogo fecundo con dicha realidad desde el advenimiento del paradigma de la complejidad, cuyo foco son las denominadas ciencias
de la complejidad,
Que se hacen cada vez más presentes en un número siempre mayor de ámbitos disciplinares y que implica en sí mismo un auténtico cambio de paradigma epistémico,…
en la medida que apareja un replanteamiento radical de muchos de los criterios científicos
tenidos hasta el presente como inamovibles. (Caro Almela, 2002, pp. 6-7)
El paradigma de la complejidad se pone de manifiesto en un nuevo entendimiento de la
investigación científica que implica: concernimiento del investigador; nuevos criterios metodológicos que dan relevancia a la síntesis frente al análisis; provisionalidad e incertidumbre frente al conocimiento objetivo; confluencia entre ciencia y vida; rescate de la importancia de la situación fenoménica vivida y necesariamente compleja, y nueva relación entre ciencias naturales y ciencias sociales.
De esta forma, el paradigma de la complejidad comporta el surgimiento de un nuevo modo de entender y practicar la ciencia que, “conforme vaya venciendo las fuerzas de quienes defienden la ciencia tradicional, se va a decantar con toda probabilidad en la implantación de un nuevo clima intelectual y moral que, tal vez, va a distinguir el siglo XXI del precedente.” (Caro Almela, 2002, p. 10)
Sustentados en el planteamiento de Morín, 2001 (c.p. Perdomo, Salazar, Pérez, Rodríguez, Ruíz y Villegas, 2017) acerca de que “el estudio de la complejidad implica la búsqueda de una nueva práctica transdisciplinaria basada en propiciar la intercomunicación entre las disciplinas, esta práctica se convertiría en el sustento operativo metodológico del paradigma de la complejidad” (cursivas y negritas añadidas) (p. 14), se origina desde el año 2003 en el contexto de los programas postdoctorales y estudios doctorales de la Universidad Bicentenaria de Aragua (Venezuela), a partir de la combinación de los términos Complejidad y Transdisciplinariedad, el enfoque de la investigación conocido como Enfoque Integrador Transcomplejo (EIT), cuya base fundamental es que “la realidad a investigar es compleja, múltiple y diversa; por lo cual requiere una postura investigativa flexible, inacabada, integral y multivariada” . (p. 15)
El Enfoque Integrador Transcomplejo se consolida como un paradigma en construcción a partir de los principios de la Transdisciplinariedad: rigurosidad, apertura y tolerancia hacia otros puntos de vista, promulgados en el evento Declaración de la Conferencia Internacional sobre Transdisciplinariedad (2001) y de los principios del pensamiento complejo (Morin, 1970): dialogicidad, recursividad y principio hologramático. (Perdomo et al, 2017)
La breve referencia a los paradigmas de la complejidad y al naciente paradigma de la transcomplejidad, vienen a complementar los paradigmas positivista, interpretativo y sociocrítico conocidos y amplían el espectro de posibilidades para abordar la investigación de la realidad actual, desde perspectivas más globales e integradoras.
Los paradigmas hacen referencia a las matrices sociales o teorías generales que se han elaborado para interpretar a la realidad social y en atención al postulado de Kuhn, 1971 (c.p. Aguilar, Bolaños y Villamar, 2017), “los paradigmas son realizaciones que surgen de los muchos problemas que dejan las realizaciones científicas pasadas para ser resueltos por un grupo de científicos” (p. 65).
En la evolución de la ciencia, los conocimientos nuevos reemplazarán a la ignorancia, en lugar de reemplazar a otros conocimientos de tipo distinto e incompatible. Kuhn considera que la ciencia no progresa a partir de la acumulación de datos, experimentos o teorías que pueda desarrollar sino que enfatiza en “el proceso revolucionario mediante el que una vieja teoría es rechazada por una nueva incompatible con ella” (Kuhn, 1975, c.p. Aguilar, Bolaños y Villamar, 2017, p. 67).
En el ámbito de las ciencias sociales no existe un paradigma único e irrefutable sino varios en pugna y, en algunos casos, considerados como irreconciliables. Según Canales et al, 1999 (c.p. Ramos, 2015), si se establece una dicotomía entre los diferentes paradigmas sociales se puede hablar, por un lado, de un modelo de explicación científica que sigue el canon de las ciencias naturales (positivismo, empirismo) y, por otro lado, de un modelo diferente y opuesto que pone mayor énfasis en las características sociales, culturales, económicas, psicológicas e históricas del objeto de estudio, así como al modo de aproximarse a él (fenomenológico, funcionalista, subjetivista).
Los distintos paradigmas, según Guba y Lincoln, 1985 (c.p. Sabariego Puig, 2009) se caracterizan por un sistema de creencias o supuestos de partida, diferentes en tres cuestiones básicas:
interrogantes: ¿Cuál es la naturaleza de la realidad y del ser humano en el mundo? ¿Cuál es la naturaleza del objeto de estudio? ¿Cuál es la naturaleza de la realidad social? ¿Lo que interesa estudiar tiene un carácter objetivo, tiene existencia propia o es el resultado de una interpretación individual? De acuerdo con este supuesto se podrán plantear diferentes cuestiones sobre la misma realidad, derivando de esta forma distintos problemas de investigación.
y el objeto de estudio. En atención al establecimiento de ciertos vínculos, se plantea: ¿Cuál es la naturaleza de la relación entre el sujeto que conoce y lo que se pretende conocer? ¿Cómo se conoce la realidad social? ¿Conviene intervenirla de algún modo o solo observarla? ¿El sujeto investigador se involucra o adopta una postura externa para conocerla? ¿Cómo se conoce el mundo y cuál es la relación del investigador con él?
realidad. Al respecto, surgen las interrogantes: ¿Cuáles son los mejores medios para adquirir-construir conocimiento? ¿Cómo debería proceder el sujeto investigador? ¿Por qué el acercamiento al objeto de
estudio se hace de una forma y no de otra?
Un paradigma tiene un carácter normativo respecto a los aspectos técnicos y metodológicos a utilizar. La creencia de la comunidad investigadora respecto al modo de ver la realidad conlleva una postura coherente en las dimensiones
epistemológica (en el modo de acercarnos a la realidad) y metodológica (en el modo
de conocerla e interpretarla). (Sabariego Puig, 2009, p. 67)
A partir de la definición de paradigmas de investigación ofrecida por Denzin y Lincoln, 2012 (c.p.
Elías Hernández, 2019), asumidos como “un conjunto básico de creencias que guían la acción […], construcciones humanas que definen la cosmovisión de los investigadores […], un conjunto común de presupuestos metodológicos o una epistemología particular”(p. 62 ), con base en los constructos anteriores, los autores citados enriquecen las cuestiones básicas de los paradigmas (propuestas por Guba y Lincoln, 1985), con una cuarta dimensión, representada por la dimensión axiológica,: ¿Cómo es el investigador en
cuanto a persona moral en el mundo?, lo que propicia que surja el cuestionamiento relacionado con los valores, tanto del investigador como de los sujetos investigados, toda vez que en el proceso de la investigación social se influencian mutuamente.
El esclarecimiento del paradigma no constituye una actividad accesoria en el proceso de investigación, sino que permite al estudioso construir conciencia sobre la constelación de creencias científicas, o relacionadas con la construcción de conocimiento— a las que consciente o inconscientemente se adhiere, axiológica, ontológica, epistemológica y metodológicamente, y que determinan su horizonte conceptual y por tanto, guían sus acciones. (Elías Hernández, 2019, p. 62)
Toda nuestra conducta, incluso la intelectual, depende de cuál sea el sistema de nuestras creencias auténticas. En ellas “´vivimos, nos movemos y somos´, por lo mismo, no solemos tener conciencia expresa de ellas, sino que actúan latentes, como implicaciones de cuanto expresamente hacemos o pensamos” (Ortega y Gasset, 1940, c.p Elías Hernández, 2019, p. 63).
Para González, 2005 (c.p. González, 2008), un paradigma facilita a los miembros de una comunidad de investigadores que lo acepta, una visión global de su campo de trabajo, de las normas de investigación y de los posibles problemas a resolver; de modo que el paradigma organiza y define la práctica profesional de los investigadores que lo asumen. Los argumentos decisivos que el investigador social en general, se plantea desde la perspectiva paradigmática asumida definen su Lugar Epistemológico.
Este Lugar Epistemológico alude a cinco aspectos: a) Posición que se asume ante la realidad que se desea estudiar: ¿inmersión o exclusión? b) Carácter de la interrogante que se formula: ¿explicación o comprensión? c) Supuestos epistemológicos subyacentes: ¿construcción de una realidad artificial, o participación, inmersión en una realidad concreta sin obstruir ni alterar su curso vital? d) Procedimientos metodológicos preferidos: ¿experimentación y búsqueda de la significación estadística o interpretación, asociada con la construcción de significados con sentido para los actores sociales? y, e) Carácter de las metas de la investigación: ¿prescripción, asociada con el control o descripción?
Los cinco aspectos referidos con anterioridad y la búsqueda de respuestas a las interrogantes formuladas le permitieron a González (2000) desarrollar el Enfoque Pentadimensional,
Concebido como una herramienta analítica para la interpretación cognoscitiva del
quehacer investigativo; dicho enfoque refiere a las dimensiones: axiológica, ontológica, teleológica, epistemológica y metodológica y concibe a la investigación
como una cualidad inherente a la propia condición humana de toda persona. (González, 2008, p. 42)
Las implicaciones axiológicas, ontológicas, epistemológicas, metodológicas y teleológicas del
proceso de investigación que configuran el Enfoque Pentadimensional se sustentan en unos rasgos esenciales del quehacer investigativo que se explicitan a partir de la definición de investigación aportada por González, la cual “es una búsqueda disciplinada de información, hecha por alguien, sobre cuya base pueda proponer una respuesta a alguna interrogante que por algún motivo le inquiete o le interese dilucidar” (González, 2008, p. 43)
Lo Axiológico responde al por qué de la investigación; esta dimensión se interroga acerca del valor que se le atribuye a la actividad investigativa, al asunto investigado, y se manifiesta en los argumentos por los cuales se la considera valiosa, importante, interesante, meritoria.
En relación con la Ontología, el investigador ofrece respuestas relacionadas con el qué de la investigación, las cuales se deben referir a los ámbitos probables de indagación; estos pueden corresponder al Mundo Natural y/o de las relaciones que el investigador mantiene con la Naturaleza o el Ambiente; al Mundo Social que son los vínculos que establece con los demás seres humanos, o al Mundo Vivido que tiene que ver consigo mismo y con su propia historia personal. En el contexto de la investigación, la dimensión ontológica queda expresada en el problema de investigación.
Los aspectos epistemológicos responden a las relaciones entre quién y qué; por tanto, remiten a los vínculos entre Sujeto y Objeto, es decir, a las relaciones que sostiene el investigador, en tanto que sujeto, con el objeto que estudia; tal objeto lo puede concebir como dado, es decir, externo a él, percibido, o sea capturado por la vía de sus sentidos, o construido lo cual se asocia con la representación que él se hace del objeto de estudio en función de su pertenencia a una determinada colectividad social.
Lo teleológico, es decir “la conducta orientada a la consecución de fines específicos” (Queraltó, 1980, c.p González, 2008, p. 44) se refiere a los fines últimos que justifican el quehacer del investigador; responde al para qué hacer investigación; como argumento genérico válido podría esgrimirse el compromiso que tiene toda persona de contribuir a incrementar el acervo de conocimientos de la Humanidad; es decir, de ampliar la exomemoria, tal como lo plantean Hidalgo y González (2008).
El aspecto Metodológico alude al cómo, es decir, a los modos como es conducido el quehacer investigativo; abarca el aspecto de la disciplinariedad de la investigación, es decir, los principios, reglas, o normas de acuerdo con los cuales se lleva a cabo. También se incluyen aquí las respuestas en torno a cuándo (dimensión temporal), con qué (dimensión instrumental), y dónde (dimensión espacial).
De acuerdo con lo anterior, la investigación constituye un proceso complejo que implica cuestiones de naturaleza cognitiva tales como: percibir, opinar, razonar, observar una realidad en un marco global de atención indagatoria, es decir, intencional; para esto, el investigador debe tomar decisiones epistemológicas en torno a la relación que mantiene con lo investigado; ontológicas, relativas a la parte de la realidad a la cual dirige intencionadamente su atención; axiológicas, vinculadas con los valores que suscribe en relación con su visión del Otro como sujeto investigado; teleológicas, que remiten a los propósitos que animan sustancialmente sus acciones; y metodológicas, referidas a los modos de conducir el proceso de búsqueda, procesamiento y producción de información.
La indagación y el pensamiento son propios de la naturaleza humana, según Martínez Miguélez (2010), el pensamiento responde siempre a la forma de vida del grupo humano en el cual se piensa; se refiere a la praxis total, integral (técnica, simbólica, estética y ética) de una comunidad determinada en un momento y tiempo históricos específicos. “De esta manera, todo pensar está inserto en un paradigma, el cual, a su vez, solo tiene significado o sentido a la luz de una matriz epistémica o modo propio y peculiar, que tiene un grupo humano, de asignar significados a las cosas y a los eventos.” (p. 7).
Para Cerrón Rojas (2014), toda forma de conocimiento humano se soporta en el episteme (ciencia) de la matriz epistémica, que da origen al mundo de vida: la cosmovisión, formas de pensar, ideología, credo y espíritu de tiempo que corresponde al modo de ser de cada grupo social. La matriz epistémica es el punto de encuentro entre determinadas formas del conocer que adoptan las culturas humanas y la realidad y le otorga consistencia al significado del conocimiento que se genera y propone.
Hernández Gómez, 2008 (c.p. Cerrón Rojas, 2014), “refirió que la episteme es el lugar en el cual el hombre queda instalado para conocer y actuar de acuerdo a sus reglas estructurales” (p. 88).
La matriz epistémica, por consiguiente, es un sistema de condiciones del pensar, prelógico o preconceptual, generalmente inconsciente, que constituye “la misma vida”
y “el modo de ser”, y que da origen a una cosmovisión, a una mentalidad e ideología específicas, a un espíritu del tiempo, a un paradigma científico, a cierto grupo de
teorías y, en último término, también a un método y a unas técnicas o estrategias adecuadas para investigar la naturaleza de una realidad natural o social. En una palabra, que la verdad del discurso no está en el método, sino en la episteme que lo
define. (Martinez Miguélez, 2008, p. 18).
Es el episteme el que define la verdad de lo que se pretende describir, explicar o interpretar. La matriz
epistémica es la forma que origina y rige la manera de conocer en determinado contexto.
La práctica del conocimiento interdisciplinario basado en la matriz epistémica, como punto de partida y llegada, en un espiral inacabable agudiza las habilidades investigativas. Entonces el conocimiento es producto de la interacción de la matriz epistémica con las regularidades históricas en determinado tiempo y espacio. La construcción interdisciplinaria de la matriz epistémica está en función del desarrollo de la ciencia y la tecnología así como de las relaciones sociales en una determinada sociedad.
Esta construcción social del conocimiento requiere proyectar sus explicaciones, descripciones o interpretaciones desde su soporte epistemológico a la simbolización universal atribuida por la ciencia para comprender sus significados.
El acercamiento objetivo a la realidad marca su inicio en el episteme al ubicar el dato, establecer su función, asignar el significado, sistematizar las experiencias y establecer el lugar que ocupa en la estructura a la que pertenece. Este es el camino para aprehender la forma de conocer, significar y transformar benéficamente la realidad social y natural. Las condiciones del pensar, la misma vida, cosmovisión, mentalidad, ideología, espíritu de tiempo, paradigma, método, técnicas, estrategias para investigar la realidad socio ambiental económica se genera en el episteme. (Cerrón Rojas, 2014)
La verdad de lo que se presenta a la historia como un nuevo conocimiento no está en el método con el que se investigó sino en el episteme, es necesario entonces proyectar conocimientos auténticos a partir de una matriz epistémica interdisciplinaria.
Cuadro 1: Dimensiones Paradigma Positivista
Axiológica | Ontológica | Epistemológica | Metodológica | Teleológica |
La perspectiva cuantitativa de la investigación rechaza las posiciones subjetivas del investigador con la creencia de que su quehacer ha de ser neutro, suprimiendo su emocionalidad y los estados afectivos asociados con sus sentires, creencias y vivencias. | La investigación cuantitativa de lo social tiene como objeto de estudio a los hechos sociales asumidos como cosas, es decir, asuntos cuya realidad es independiente de los sujetos que los protagonizan. | Se plantea la separación e independencia del investigador con respecto a lo investigado. El investigador trata de que su relación con el otro (investigado) no sea contaminada; recurre al uso de artefactos o instrumentos que le permitan vincularse con sus sujetos de estudio, controlándolos, sin hacer contacto directo con ellos. | La investigación cuantitativa privilegia el uso del Método Científico en la formulación y la comprobación de hipótesis planteadas a priori. | Este enfoque procura desarrollar explicaciones causales de los fenómenos sociales, de modo que una vez conocidas las leyes generales que los explican, ellos se puedan predecir y controlar. |
Fuente: González, 2008 pp. 54-55., modificado por el autor Cuadro 2: Dimensiones Paradigma Cualitativo / Interpretativo
Axiológica | Ontológica | Epistemológica | Metodológica | Teleológica |
La Investigación Cualitativa se caracteriza por el reconocimiento de los valores tanto de los sujetos que participan en la investigación como de los investigadores que las abordan. | Considera un área de interés para el investigador, caracterizada por remitir a un conjunto de problemas entrelazados que no se vislumbrarán mientras que no haya avanzado suficientemente la investigación. Se considera una multiplicidad de relaciones que vinculan los acontecimientos por más distantes que estén unos de otros. | La Investigación Cualitativa plantea la participación comprometida y empática del investigador en la búsqueda de la comprensión de los fenómenos sociales desde la propia perspectiva del actor. Entre sus rasgos epistemológicos característicos están la Participación, el Compromiso y la Empatía. | Metodológicament e, reivindica la observación participativa y las entrevistas formales e informales. Emplea procedimientos, técnicas, instrumentos y recursos que son flexibles, sensibles a la realidad y adaptables a las circunstancias, obtiene información referida a las intenciones, juicios y emociones de las personas que protagonizan las acciones sociales. | La preocupación teleológica de la Investigación Cualitativa es la comprensión interpretativa de la experiencia humana contextualizada mediante procesos hermenéuticos y la representación e interpretación de la cultura tal como es vivida por quienes participan de ella. |
Fuente: González, 2008 pp. 56-57-58., modificado por el autor
Cuadro 3. Dimensiones Paradigma Sociocrítico
Axiológica | Ontológica | Epistemológica | Metodológica | Teleológica |
Valores compartidos. Ideología compartida. Introduce la ideología de forma explícita y la autorreflexión crítica de los procesos de conocimiento. | El objeto de estudio para los teóricos críticos es la realidad social en constante conflicto, donde cada fenómeno por estudiar es un hecho histórico, que se define a sí mismo y al conjunto. La sociedad se concibe como una totalidad real, compartida, holística, construida, dinámica, dialéctica y divergente; solo aprehensible a través de la reconstrucción conceptual y con un carácter fundamentalmente contradictorio, por lo cual estructura relaciones sociales irreductibles a un continuo lógico expresado en la facticidad. | El investigador crítico construye su objeto de estudio en forma similar al interpretativista. El investigador se encuentra comprometido con la actividad emancipatoria; a través del análisis dialéctico debe revelar la realidad, que permanece oculta bajo las apariencias, para lo cual es necesaria esa integración plena entre sujeto y objeto.. La realidad concebida de esta forma, es precisamente su objeto de estudio. Relación influida por el compromiso. | Hace uso se una multiplicidad de métodos, procura encontrar beneficios en lo cuantitativo y lo cualitativo. Emplea con preferencia la Investigación – Acción. Desde la observación participante, los sujetos de investigación así como el investigador están en constante reflexión y autorreflexión para la solución de sus problemas. | La totalidad es una categoría crítica cuyo objeto es la transformación. Busca identificar el potencial de cambio, la emancipación de los sujetos y analizar la realidad. |
Fuente: González (2008); Ruffini (2017); Molina (2016), resumen elaborado por el autor Cuadro 4. Dimensiones del Paradigma de la Complejidad
Axiológica | Ontológica | Epistemológica | Metodológica | Teleológica |
Reconoce los valores como integrantes de la condición humana. Proporciona nueva relevancia a una específica ética intelectual, a la vez que desautoriza todo ejercicio de | Desde esta perspectiva, el mundo es una compleja red de elementos relacionados, como una suerte de entramado, articulándose en torno a cuatro perspectivas | Tiene como base epistémica el diálogo y el pensamiento sistémico. La dialogicidad otorga especial importancia a la | Promueve el empleo de los nuevos enfoques metodológicos holistas y metodologías no lineales, para desde lo multi o | Prolonga la crítica postmoderna radicalizándola. Se encuentra liberado del negativismo absolutista a que dicha crisis se |
Cuadro 4. Dimensiones del Paradigma de la Complejidad. (CONTINUACIÓN)
posesión de la verdad practicado como arma arrojadiza frente a los otros. Exige de quienes hacen del conocimiento su actividad propia profesional Responsabilidad, basada en la asunción del único principio verdaderamente ético centrado en que solo tenemos el mundo que hemos creado con el Otro. | teóricas: caoticidad, borrosidad, catastrofismo y fractalidad Supone un nuevo entendimiento de la verdad necesariamente concernida, por definición referida a la situación fenoménica compleja que constituye su universo de referencia y de la que extrae su único sentido posible. Privilegia el contexto donde se ubican los objetos de estudio. Se centra en la emergencia de los fenómenos y en su singularidad, instalándose frente a la complejidad del mundo real. Concibe la realidad como proceso. | interacción entre los sujetos que participan en la investigación, El sujeto de investigación está estrechamente vinculado al objeto de estudio e influencia con sus acciones a los sujetos participantes. | interdisciplinar; dar paso a la transdisciplina y a las perspectivas heurísticas. El objeto de la cognición está dado en forma de práctica, de modo que la idea de mundo, de cómo es, qué objetos lo integran, cuál es su orden, o si existe o no— está en dependencia directa de nuestra práctica. | reduce, a la vez que conduce a su superación Persigue explicar, comprender y transformar la realidad. |
Fuente: Caro Almela (2002); Taeli Gómez (2010); Moral Jiménez (2016). Resumen elaborado por el autor.
Cuadro 5: Aproximación a las dimensiones del Enfoque Integrador Transcomplejo o Paradigma de la Transcomplejidad
Axiológica | Ontológica | Epistemológica | Metodológica | Teleológica |
Apreciar la realidad en su conjunto, requiere un proceso dialéctico, una doble vía, y una lectura y relectura constante de los significados atribuidos a las explicaciones en | La realidad a investigar es compleja; integra en sí misma confusión, incertidumbre y desorden, pero que no conduce a la eliminación de la simplicidad; además, integra en si misma todo | Se basa en el supuesto de la reflexividad, para el cual la realidad sólo se define en su relación con el sujeto, que forma parte del universo que conoce, en la cual no parece verse una clara existencia del uno | Se plantea, la complementariedad metódica (métodos mixtos) que permita la construcción de conocimientos desde diferentes ángulos. Esta lógica reconoce el mérito de cada método en su | Schavino (2005) acuña el término de transmétodo como la vía investigativa adecuada a la transcomplejidad, el cual es definido por Alfonzo (2017) como una alternativa caleidoscópica, |
Cuadro 5: Aproximación a las dimensiones del Enfoque Integrador Transcomplejo o Paradigma de la Transcomplejidad
búsqueda de una mayor interpretación de esa realidad, que no es posible desde el antagonismo que se atribuye, desde lo teórico, a los distintos paradigmas. Este conocimiento se caracteriza por ser activo, dialógico y recursivo, que para el cumplimiento de sus funciones se ve obligado a mantener una plena dialogicidad con otros saberes para complementarse y para satisfacer las necesidades del ser humano, de la sociedad, de la cultura y en general, de los diversos escenarios en los que es aplicado. | aquello que pone orden, claridad, distinción y precisión. Supone abordar una realidad con diferentes estilos, orientaciones y fundamentalmente el recorrido por distintos caminos que fortalecen la base empírica y permiten concluir con mayor alcance teórico ya que la realidad es abordada desde diversos niveles. Para Zaa (2018): no podemos conocer la realidad solo desde el pensamiento, se precisa también de la subjetividad, que completa al conocimiento. En definitiva, el conocimiento de la realidad no es sólo un conocimiento mental, sino también no mental. Esa otra forma de conocimiento es difícilmente traducible en palabras, pero está constantemente con nosotros. | sin el otro, en un proceso que Villegas (2010) ha denominado objetividad dinámica o subjetividad caleidoscópica. Promueve el trabajo en equipo, El equipo a través de su práctica y experiencia inicia su propia construcción del método. Esto permite la interrelación de los conocimientos de las diferentes disciplinas, donde exista un diálogo continuo entre todas las personas que están participando. El equipo es en sí mismo un método complejo, donde se entrecruzan saberes y subjetividades. | respectivo ámbito, cree posible y fructífera su combinación complementaria para el estudio de distintos tipos de fenómenos. Cada investigador lo asume sin ninguna denominación en particular o la asumen con denominaciones particulares como el transmétodo, transmetodología o el método integrador Transcomplejo. | que proporciona y favorece la creación de una nueva infraestructura vial conformada por puentes, viaductos y autopistas entre las distintas ciencias, disciplinas, filosofía, ética y estética dando cabida a lo espiritual como parte fundamental del hombre tripartito (mente, cuerpo y espíritu) que es el sujeto investigador y sujeto de investigación. Persigue explicar, comprender, transformar y recrear la realidad. |
Fuente: Villegas, Alfonzo, Mendoza y Perdomo (2020); Zaa et al (2018); Resumen elaborado por el autor
REFERENCIAS
Aguilar C., R.; Bolaños V., R. y Villamar M., J. (2017). Fundamentos epistemológicos para orientar el
desarrollo del conocimiento. Universidad Politécnica Saleciana Quito-Ecuador: Editorial Universitaria Abya-Yala
Amador Berrocat, S. (1994). Análisis Comparativo de tres Paradigmas en Ciencias Sociales. Revista
Estudios, julio-diciembre 1994, n° 11, pp. 59-67. Fundación Dialnet, Universidad de La Rioja. España.
Azuaje Castillo, J.L. (julio, 22 de 2011). Matríz Epistémica. Realidad Transcompleja. Espacio para
publicaciones inherentes al Doctorado en Ciencias Gerenciales UNEFA-Yaracuy. San Felipe, estado Yaracuy-Venezuela
Bahar Rivero, D. (2008). Metodología de la Investigación. Argentina: Ediciones Shalom
Bisquerra Alzina, R. (Coord.). (2009). Metodología de la Investigación Educativa. 2da edición. Madrid: La
Muralla, S.A.
Caro Almela, A. (2002). El Paradigma de la Complejidad como salida de la Crisis de la Posmodernidad.
Revista Discurso, órgano de la Federación Andaluza de semiótica, n° 17-17, 2002. Universidad Complutense de Madrid. España.
Carrizo Estévez, J., y González Bravo, M. (2016Carrizo Estévez, J., y González Bravo, M. (2016).
Importancia de la Investigación en la formación de pregrado. Escuela Latinoamericana de Medicina. Cuba
Cerrón Rojas, W. J. (2014). Conocimiento y Matrices Epistémicas. Horizonte de la Ciencia 4 (6), julio 2014. FE-UNCP/ISNN 2304 – 4330. Universidad Nacional del Centro del Perú. Perú. Recuperado a
partir de http://revistas.uncp.edu.pe/index.php/horizontedelaciencia/article/view/214
Elías Hernández, J.A. (2019). El paradigma en investigación educativa: construyendo consciencia sobre lo
que se hace, en Procesos Formativos en la Investigación Educativa. Diálogos, Reflexiones, convergencias y Divergencias. Arzola Franco, David (Coord.). Chihuahua, México: Red de Investigadores Educativos Chihuahua AC.
González, A. (s.f). Integración de Pregrado-Postgrado-Investigación. (Charla presentada en el IlI Congreso
de Investigación del Consejo Científico y Humanístico de la Universidad de Carabobo (CDC H – UC). Valencia-Venezuela
González, F. E. (2005). Uso del enfoque pentadimensional en el análisis interno de productos escritos de
investigación. Revista Educação em Questão, Natal, v. 23, n. 9, p. 7-15, maio/ago. 2005.
González, F. E. (2008). Apuntes para una Crítica Pentadimensional de la Investigación Socioeducativa.
Revista Educação em Questão, Natal, v. 32, n. 18, p. 40-78, maio/ago. 2008
Leal Gutiérrez, J. (2011). La Autonomía del Sujeto Investigador y la Metodología de la Investigación. 3ra
edición. Valencia- Venezuela: Impresiones Azul Intenso
Martínez Carazo, P. C. (2006). El método de estudio de caso: estrategia metodológica de la investigación
científica Pensamiento & Gestión, núm. 20, julio, 2006, pp. 165-193 Universidad del Norte Barranquilla, Colombia
Martínez Miguélez, M. (2008). Epistemología y Metodología Cualitativa. México: Trillas
Martínez Miguélez M (2009). Transdisciplinariedad, pertinencia social e investigación. Disponible
en: http://miguelmartinezm.atspace.com/TransdiscPertinSocialeInvest.html
Martínez Miguélez, M. (2010). Epistemología de las Ciencias Humanasen el Contexto Iberoamericano.
Rev. Paradigma, (UPEL, Maracay), 2010, Vol. XXX, N.1, pp. 7-32.
Molina, T. (2016). Paradigma Sociocrítico y Complejo. Decanato de Investigación y Postgrado de la
Universidad Fermín Toro, extensión Mérida, Venezuela.
Moral Jiménez, M. (2016). Conceptos básicos del paradigma de la complejidad aplicados a la cuestión del
método en Psicología Social. Summa Psicológica UST, Vol. 14, Nº 1, 12-22 doi:10.18774/summa- vol14.num1-240. Universidad de Oviedo. España
Perdomo, W., Salazar, S., Pérez, R., Rodríguez, J., Ruíz, B. y Villegas, C. (2017). Comprendiendo la Transcomplejidad. Red de Investigadores de la Transcomplejidad. Venezuela. REDIT
Ramos, C. (2015). Los Paradigmas de la Investigación Científica. Av.psicol. 23(1) 2015 Enero – Julio.
Universidad de Las Américas. Ecuador. Disponible: file:///C:/Users/UIA/Documents/Paradigma%20Cr%C3%ADtico.Carlos_Ramos.pdf.%20Matr%C3 %ADz%20epist%C3%A9mica.pdf
Reyes Heroles, F. (1998). Conocer y Decidir. México: Instituto de Estudios Educativos y Sindicales de
América
Reyes, O. y Hernández-Moncada, M. (2019). Metodología de Investigación para las Ciencias Sociales y
Administrativas. México: Autores [Archivo electrónico]. DOI: Recuperado de: https://www.academia.edu/40900049/Metodologia_de_la_Investigacion_para_Ciencias_Sociales_ y_Administrativa
Ruffini, María Luz. (2017). El enfoque epistemológico de la teoría crítica y su actualidad. Cinta de
moebio, (60), 306-315. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-554X2017000300306
Sabariego Puig, M. (2009). La Investigación Educativa. Génesis, Evolución y Características en
Metodología de la Investigación Educativa. Bisquerra Alzina, R. (Coordinador). 2da edición. Madrid: La Muralla, S.A.
Taeli Gómez, F. (2010). El nuevo paradigma de la complejidad y la educación: una mirada
histórica. Polis (Santiago), 9(25), 183-198. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-65682010000100010
Torrico, E. (1998). Abordajes y Períodos de la Teoría de la Comunicación, 1ª ed., Ateneo, Buenos
Aires: Grupo Editorial NORMA
Triviño, Z. y Sanhueza, O. (2005). Paradigmas de Investigación en Enfermería. CIENCIA Y
ENFERMERIA XI (1): 17-24, 2005. https://scielo.conicyt.cl/pdf/cienf/v11n1/art03.pdf
Villegas, C., Alfonzo, N., Mendoza, M. y Perdomo, W. (2020). Transcomplejidad Cosmovisión de
Complementariedad. Fondo Editorial UBA. San Joaquín de Turmero, estado Aragua- Venezuela
Zaa, J.; Alfonzo, N.; Castillo, C.; León, R.; Quintana, J.; Salcedo, Y y Schavino, N. (2018). Teorizando
la Transcomplejidad. Colección Diálogos Transcomplejo Ediciones UBA-REDIT-UNITEC
1 Guayana Moderna Nº 08.
Año 2019
ISSN: 2343-5658