EL PROGRAMA DEMOCRÁTICO
UN ANÁLISIS EXPLICATIVO DESDE UN ENFOQUE SISTÉMICO
Yramia Lanz
Email: yramialanz@gmail.com
RESUMEN
La historia política de la Venezuela emancipada puede estudiarse desde dos aspectos
que la caracterizaron a partir de 1830, uno de ellos lo constituyó el caudillismo, superado a
partir del gobierno de Gómez, y el otro, denominado programa democrático signado con la
aparición y aceptación de los modernos partidos políticos, aún vigente. El siguiente trabajo
tuvo como objetivo determinar los conceptos teóricos que enmarcaron la praxis del programa
democrático así como explicar algunas de las variables y comportamientos que dieron lugar a
la entrada del llamado socialismo del siglo XXI. Para llevar a cabo la investigación se utilizaron
específicamente tres textos seleccionados de autores venezolanos con amplia experticia
acerca del tema, Guevara (1989): Concertación y conflicto, Rey (2003): Esplendores y miserias
de los partidos políticos y Urbaneja (1993) Pueblo y petróleo en la política venezolana del siglo XX
y un politólogo canadiense Easton (1999): Esquema para el análisis político. Para realizar el
análisis explicativo desde un enfoque sistémico se utilizó libremente el modelo holístico de
Bagozzi y Phillips (1982), en el diseño contentivo de los conceptos políticos utilizados por los
autores señalados.
Palabras
claves,
partidos
políticos,
populismo,
clientelismo
político
tensión,
retroalimentación, persistencia
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INTRODUCCIÓN
Ninguna sociedad organizada de este siglo XXI se encuentra fuera de
la influencia que representan los avances tecnológicos y científicos en la
comunicación y en la información que han dado lugar al llamado fenómeno de
globalización, el cual permite estar conectado a los sucesos más remotos del
mundo en forma casi instantánea; se trata de un nuevo proceso civilizatorio3
inherente a la evolución del ser humano, que si miramos en retrospectiva
(revolución agrícola e industrial) no se detiene.
Para los países más desarrollados transitar en los nuevos adelantos
será relativamente sencillo, no así a los países subdesarrollados, pues muchos
de ellos apenas están superando la revolución industrial, no solo en aspectos
tecnológicos, sino también y especialmente, en aspectos relativos al respeto de
las reglas de convivencia, así como el respeto a normas fundamentales que
rigen el funcionamiento de cualquier sociedad madura en la época actual.
La historia política de Venezuela emancipada puede estudiarse desde
dos aspectos que la caracterizaron a partir de 1830, uno de ellos lo constituyó
el caudillismo, superado a partir del gobierno de Gómez, el otro el programa
democrático con la aparición y aceptación de los modernos partidos políticos
aún vigente.
La siguiente investigación se hará desde un enfoque sistémico abierto
“en el sentido que intercambia materia con su medio circundante”4 está dirigido
a determinar los conceptos teóricos que enmarcaron la práctica del programa
democrático venezolano así como explicar algunas de las variables y
comportamientos que dieron lugar a la entrada del socialismo del siglo xxi.
Para el logro de este propósito se realizará una somera revisión
bibliográfica documental acerca del tema utilizando a Easton (1999) “Esquema
3 Ribeiro Dercy (1983) El proceso civilizatorio.: Caracas. Ediciones de la Biblioteca, UCV .
4 Von Bertalanffy, L. (1989) Teoría General de los sistemas. México : Fondo de cultura
económica
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para el análisis político”, Guevara (1989) “Concertación y conflicto”, Rey (2003)
“Esplendores y miserias de los partidos políticos” y Urbaneja (1993) “Pueblo y
petróleo en la política venezolana del siglo XX.
También se construirá una malla relacional de conceptos, basada en el
enfoque holístico de Bagozzi y Phillips, de las variables de los sistemas
políticos de Easton en la evolución y diversos conceptos relacionados con el
desarrollo del sistema político venezolano durante el período democrático; por
último se establecerán las conclusiones emanadas de la investigación
realizada.
De acuerdo con Easton (1999) una de las formas de establecer el status
teórico de cualquier sistema político es ubicarlo en la unidad social más
incluyente: la sociedad, entendida como la mayor concentración de
interacciones sociales no organizadas que podríamos percibir si se pudieran
abarcar en una sola mirada, en ese constante intercambio están
representados los distintos roles que las persona pueden asumir en momentos
determinados.
Cualquier otro sistema, como el político, se limita a aislar algunos
aspectos en términos de comportamiento total de manera que puedan ser
estudiados o analizados, razón por la cual su unidad básica de análisis la
constituyen todos los miembros de una sociedad que ejerzan algún rol político;
toda interacción que ocurra fuera del sistema político estará conformado por el
ambiente que lo rodea, lo que establece límites entre ambos.
El primer programa democrático, se inicia con un golpe de estado que
pone el gobierno en manos de una junta cívica militar sustituida al siguiente
año por la elección universal, directa y secreta del primer presidente
venezolano, como así lo contemplaba la constitución de 1946, este hecho que
podría haber enrumbado al país hacia una práctica política moderna fue
anulado por el sectarismo político de la dirigencia y finaliza con otro golpe de
estado en 1948.
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El llamado II programa político democrático se inicia en 1958 con
una alianza partidista que tratando de corregir errores del pasado,
su desenvolvimiento lo normará la constitución de 1961, dicho
programa tendrá como prioridad la estabilidad política y consenso;
tal como apunta Urbaneja, (1993) “será el criterio a partir del cual
se determinará, tanto el orden jerárquico de los objetivos
económicos sociales y culturales contemplados en el programa,
como la forma de su realización” (p. 136)
En relación a lo anterior Rey (2003) apunta que además, de forma
paralela se desarrolló un sistema informal que incluía en la consulta
al empresariado, a los trabajadores, a las fuerzas armadas y la
iglesia católica; por otra parte, en relación a la toma de decisiones
que afectaban intereses específicos en los cuales no funcionaba la
centralización, se creó un sector especializado de consulta y de
tomas de decisiones administrativas, “un sistema de planificación
concertada y de una maraña de entes descentralizados y de
empresas del Estado, en los que participan junto a representantes
del gobierno sectores empresariales y laborales además de
profesiones y gremios diversos” (p. 20).
Lo que aseguró a estos grupos sustraerse de las decisiones del Estado
creando una distorsión en los mecanismos democráticos clásicos de
participación pues estas prácticas colocan el control y toma de decisiones en
grupos minoritarios poderosos.
Sin embargo, cabe acotar, que los primeros dirigentes de los diferentes
partidos políticos lo conformaban hombres que habían luchado contra las
dictaduras en el país, estaban claros en cuanto a lo que había que hacer y
cómo hacerlo, de manera que podían utilizar su experiencia y prestigio para
controlar cualquier exceso, pero en el correr de los años estos líderes serán
sustituidos por otros que fueron más descuidados o más permisivos al
respecto.
Los partidos políticos venezolanos de esta alianza trabajaron durante los
primeros quinquenios para afianzar la democracia y promover políticas
públicas que lograran la cohesión de la sociedad apoyándose en organismos
internacionales como la CEPAL para la modernización e industrialización del
país.
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Una vez lograda la estabilidad y consolidación democrática el apoyo
político para el consenso seguirá, siendo utilizado por los partidos como
sistema de alianzas para asegurar el poder, especialmente después que hace
su aparición el populismo y el bipartidismo en la escena política.
Los partidos políticos son representantes de los movimientos populistas
latinoamericanos, constituyen grupos sociales heterogéneos que establecen
lazos a través de coaliciones que responden a cierto tipo de necesidades en
un momento determinado, tales como la sustitución de un orden político
establecido y las formas de actuación para lograr desplazarlo (Rey, 1976)
Urbaneja (1993) agrega que se produce una acelerada incorporación de
masas sometidas a un acelerado proceso de industrialización, urbanización y
modernización, que los extrae de sus lugares de origen así como de su forma
de cultura tradicional, esta incorporación se logra a través del ofrecimiento de
satisfacciones de tipo simbólica y utilitaria; se desarrolla el espíritu de
pertenencia: el partido, y un enemigo común: el imperialismo.
Guevara (1989) aclara además que debido a la diversidad y
heterogeneidad de intereses que engloban las alianzas policlasistas del
populismo, es necesario asegurar unos mecanismos mínimos de cohesión de
tipo ideológico y utilitario; para el primero se maneja la importancia del pueblo
como actor fundamental del proceso de cambio, la lucha contra el enemigo
común, lealtad al partido etc., el segundo, el factor de tipo utilitario está
representado por la distribución de beneficios a cambio de apoyo político a la
coalición.
De esta manera se establecen relaciones políticas clientelares que
conllevan a una repartición de beneficios por medio de tráfico de influencias
de cargos públicos, contrataciones colectivas onerosas, ineficiencia en el
gasto social serán elementos del modelo populista, lo que en ningún momento
obedece a una distribución equitativa conforme a criterios de justicia social.
También hay que destacar que este populismo venezolano se sustenta
en una base económica débil, pues a pesar de tener petróleo en abundancia,
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el estatismo y el deseo de perpetuarse en el poder, impidieron la aplicación
efectiva de políticas públicas que controlaran el poder estatal y frenaran el uso
indiscriminado de recursos para el gobierno de turno
El control del poder en los partidos políticos se torna en el “fin” y no
en el “medio” para dirigir la sociedad, lo descrito en sus programas
en relación a sus finalidades se convierte en letra muerta. La
competencia entre partidos, y, al mismo tiempo la lucha por el
control dentro la organización misma los transforma, y en la
búsqueda de votos para obtener el poder absorbe nuevos
miembros fuera de su clientela natural; en palabras de Guevara
(1989) “ello obliga al partido a “desideologizarse” y a adquirir un
modo de expresión caracterizado por la ambigüedad y el
oportunismo”, por lo que tenderá a ser menos exigente y estricto en
cuanto a la ideología y doctrina que representan” (p. 40)
Para Easton cuando en un sistema político se encuentran estas
características se encuentra sometido a tensión, lo que amerita una revisión
de sus variables esenciales, si están dentro del margen normal de
funcionamiento o están traspasando los límites críticos por perturbaciones
políticas, sociales o económicas, lo cual llevaría a buscar la información
necesaria para su retroalimentación y persistencia.
Rey (2003) explica que aunque existe la tendencia a achacar a los
partidos políticos la responsabilidad directa de la crisis democracia en el país,
se tiene que considerar la responsabilidad del sistema semicorporativo, sector
en el cual los partidos no influyen de manera directa, aclarando además que,
aunque muchas veces aparecen como representantes del Estado miembros
de los partidos políticos, generalmente son políticos profesionales cumpliendo
labores partidistas.
Sin embargo, Urbaneja (1993) explica que en la primera etapa del
programa democrático la ideología del programa está viva, penetra y colorea
la ejecución de subprogramas, incluyendo elementos clientelares presente.
Pero el liderazgo de esa etapa se beneficia de las amargas lecciones del
pasado; el consenso, el Sistema de Negociación Social y la relación entre los
ingresos fiscales y lo que se necesita para el mantenimiento del programa
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democrático no deja margen a erogaciones que no sean estrictamente
necesarias, asegurando la estabilidad del régimen.
Poco a poco el liderazgo se deteriora, se hipertrofian los partidos y todo
el proceso político se vuelve rutina, los principios éticos de las primeras etapas
van decayendo y las entradas de dinero producto del proceso de
nacionalización y el aumento de los precios del petróleo por problemas en el
medio oriente permitieron la entrada a enormes ingresos fiscales que hicieron
perder la visión de construcción gradual del proyecto democrático, cambiando
a la escala de que cualquier proyecto es posible, por irracional que luciera,
visión ésta que ni siquiera sus líderes más connotados lograron controlar.
Luego viene la crisis económica de los ochenta, el pago de la deuda
externa de Venezuela constituía el 40% del ingreso nacional por lo que el
gobierno se vio en la necesidad de aplicar una política de ajustes que trajo
como consecuencia el deterioro de los servicios públicos y disminución de la
calidad de vida de gran parte de la población.
Cuando por fin se intentó racionalizar la economía el gobernante de turno
no encontró el apoyo político necesario de otros partidos y oligarquías
económicas para contrarrestar los efectos de las medidas de ajuste que dieron
lugar al estallido social de 1989 y en 1992 un golpe de estado liderado por
tenientes coroneles del ejército. Uno de esos tenientes fue indultado durante
el gobierno de Caldera, se presentó en las elecciones y fue la opción elegida
por los venezolanos para gobernarlos desde 1999 hasta su muerte en el 2012.
Construcción de La Malla Relacional con el Modelo de Bagozzi
A continuación se trabajará con algunos aspectos del modelo teórico de
Bagozzi y Phillips (1982) para construir una malla relacional con los conceptos
emanados de la teoría previa con el fin de observar la red de relaciones
establecidas en el sistema político democrático venezolano.
El enfoque holístico se utilizará para visualizar el proceso de
intercambio que se genera en las relaciones que establece el ser humano en
una sociedad; en el caso que nos ocupa son las relaciones que se dan entre
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las personas ejerciendo roles específicamente políticos, la malla se trabajará
con conceptos teóricos, conceptos derivados y conceptos empíricos y se
establecerán cuatro hipótesis para ensamblar los diferentes conceptos.
Conceptos teóricos (T): Abstractos, atributos de una unidad social
Tensión (T1) situación que se produce cuando algunas perturbaciones,
tanto internas como externas, amenazan con desplazar las variables
esenciales de un sistema político más allá de su margen normal de
funcionamiento.
Persistencia (T2): capacidad de un sistema de adaptarse y superar con
éxito las situaciones críticas que lo afectan.
Retroalimentación (T3): capacidad de un sistema de adquirir
información relativa al estado de sus variables esenciales y de acuerdo a esa
información tomar las medidas para garantizar su persistencia.
Conceptos derivados (D): No observables, conectados a los teóricos
con menor nivel de abstracción
Perturbación (D1) actividades del ambiente o del interior del sistema que
pueden desplazarlo de su normal funcionamiento.
Variables esenciales (D2): aquellas que mejor definen su modo
característico de funcionamiento, su “adopción y ejecución de decisiones
relativas a la sociedad” y su “frecuencia relativa de aceptación como autoritaria
u obligatoria por el resto de la sociedad”.
Margen normal de funcionamiento (D3): capacidad de tomar
decisiones, ejecutarlas e imponerlas como obligatorias.
Límite crítico (D4): Están referidos a la idea de que las variables
esenciales de un sistema toman valor dentro de ciertos límites, traspasados
los cuales se pondrá en peligro la continuidad del sistema.
Conceptos empíricos (E): Relaciones o propiedades cuya presencia o
ausencia pueda ser conocida subjetivamente en circunstancias apropiadas y
observación directa.
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Populismo latinoamericano (E1): Tipo particular de movimiento social
y político producto de la modalidad asincrónica asumida por los procesos de
transición de la sociedad tradicional a la industrial.
Partidos políticos (E2): Conjuntos de hombres más o menos
organizados que luchan por obtener todo o parte del poder político de una
sociedad.
Pérdida de acción racional (E3): Pérdida de la capacidad de los
partidos de adecuar los medios a los fines al perder consistencia interna.
Competencia interpartidista (E4): Situación en la que se encuentran
por lo menos dos partidos con posibilidad de ganar las elecciones
Clientelismo político (E5): Relación política, desigual e informal entre
dos actores, “patrón y “cliente” en el cual el patrón ofrece beneficios a cambio
de apoyo político.
Intereses particulares sobre los colectivos (E6): Aplicado a la política,
actuación de funcionarios que favorecen grupos de poder descuidando los
intereses de la sociedad a la que representan.
Corrupción (E7): Fenómeno por el cual un funcionario público es
impulsado a actuar en forma distinta a los estándares normativos para
favorecer intereses particulares recibiendo recompensa.
Ausencia de Estado de Derecho: (E8) Pérdida de la vigencia de los
derechos contemplados en la constitución nacional.
Ineficiencia administrativa (E9): Incapacidad manifiesta para el logro
de los objetivos y tareas que corresponden a la administración pública.
Pérdida de apoyo (E10): Abandono del partido por parte de la militancia
y simpatizantes al no ver satisfechas sus demandas.
Búsqueda de información (E11): Capacidad del sistema de
retroalimentarse y autorregularse para adaptarse a las nuevas situaciones.
Las hipótesis no observables que permiten unir dos o más conceptos teóricos
a partir de las relaciones entre los mismos:
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H1: Las prácticas populistas afectan el funcionamiento de los partidos
políticos haciéndolos perder la acción racional, perturban el sistema
provocando tensión en el mismo.
H2: La competencia hace pragmáticos a los partidos políticos pues se
desideologizan y utilizan el clientelismo político para obtener el poder lo que
atenta contra el estado de derecho alterando el funcionamiento de las
variables esenciales del sistema poniendo en riesgo su persistencia.
H3: La puesta de intereses particulares sobre los colectivos genera
corrupción administrativa, atenta contra el estado de derecho, pone en riesgo
el margen normal de funcionamiento y provoca tensión en el sistema
H4: La ineficiencia administrativa y la no respuesta a las demandas
pueden hacer perder el apoyo al traspasar el límite crítico, por lo que el sistema
tiene que buscar la información para autorregularse y readaptarse para
superar las situaciones críticas.
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MALLA TEÓRICA RELACIONAL DE BAGOZZI Y PHILLIPS PARA EXPLICAR EL ESQUEMA PARA
ANÁLISIS POLÍTICO DE EASTON
H1
H1
H2
H2
Acción racional
político
E3
E2
E4
E5
E1
H2
H1
H1
H1
H2
H2
Perturbación
D1
H1
D2
H2
Tensión
Retroalimentación
Persistencia
T1
T3
T2
H3
Margen de
H4
normal
D3
D4
funcionamiento
E11
H3
información
H4
H4
H3
H4
H3
H4
H3
H3
Pérdida del
Intereses
H4
H4
estado de
Ineficiencia
grupales
derecho
apoyo
E6
E7
E8
E9
E10
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Conclusiones
Los partidos políticos venezolanos cumplieron una labor importante en
la construcción de la Venezuela moderna en los primeros quince años de
gobierno, la experiencia negativa del golpe de estado de 1945 les enseñó a
controlar el sectarismo y la importancia de compartir las obligaciones del poder
político entre los grupos que aspiran al poder.
Fue una labor conjunta de los líderes que se formaron en la dictadura y
el exilio que tenían bien clara la idea de lo que necesitaba Venezuela, su
experiencia y prestigio pudieron mantener a raya las prácticas populistas con
el sano manejo de los ingresos fiscales y la distribución controlada de los
mismos.
La nacionalización petrolera y el aumento de los precios del barril dan un
giro total a las políticas de fiscalización y control de los recursos, era
demasiado dinero y los proyectos para su uso, muchas veces no respondían
a las necesidades planificadas, pues lo urgente privaba sobre lo importante.
Los partidos cada vez se vuelven más pendientes de mantener el poder
y descuidan el contacto con los que los llevaron a gobernar, se establecen
pactos y componendas para no perder parte del control, lo que permite que se
asiente la corrupción político administrativa en todos los niveles de la
burocracia del país.
A los partidos y sus dirigentes les faltó la visión política necesaria para
reconocer los síntomas de cansancio de sus partidarios y cuando hubo que
aplicar medidas necesarias para recuperar la economía, no trabajaron unidos
para enfrentar la crisis, al contrario despotricaban unos de otros buscando
votos con promesas que no se podían cumplir en un escenario político
económico de gravedad.
Todo esto llevó a los venezolanos a elegir por una opción diferente a la
planteada durante tantos años por los partidos tradicionales, confiando en las
nuevas promesas y ofertas que los llevarían a cumplir sus sencillos sueños de
vivienda, trabajo, salud y educación que aún hoy se mantienen sin cumplir a
una gran mayoría.
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REFERENCIAS
Bagozzi, R. P., Phillips, L.W. “Representing and testing organizational theories: A
holistic construal”, Administrative Scieence Quartely, 27. Disponible en:
http://www.jstor.org/stable
[Consultado 2015, junio 25-]
Bobbio, N., Matteucci, N., y Pasquino G. (1983) Diccionario de política. Tomos 1 y
2. México: Siglo Veintiuno Editores
Easton, D. (1999). Esquema para el análisis político. Buenos Aires:
Amorrortu Editores:
Guevara, P. (1989). Concertación y conflicto. El pacto social y el fracaso de las
respuestas consensuales a la crisis del sistema político venezolano.
Universidad Central de Venezuela. Caracas: Ediciones UCV.
Rey, J.C. (2003). Esplendores y miserias de los partidos políticos en la historia del
pensamiento venezolano. Disponible en:
https://www.academia.edu/5228442/ESPLENDORES_Y_MISERIAS_DE_LO
S_PARTIDOS_POL%C3%8DTICOS_EN_LA_HISTORIA_DEL_PENSAMIE
NTO_VENEZOLANO
[Consultado: 2015, junio 28]
Ribeiro, D. (1983). El proceso civilizatorio. Universidad Central de Venezuela.
Caracas: Ediciones de la Biblioteca, UCV.
Urbaneja, D.B. (1995). Pueblo y petróleo en la política venezolana del siglo xx.
Venezuela: Monte Ávila Editores
Von Bertalanffy, L. (1989). Teoría General de los sistemas.: México: Fondo de cultura
económica.
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