Bases neurológicas de la depresión
Resumen
La depresión endógena representa un amplio y complejo panorama cuyo origen es parcialmente desconocido. A pesar de esto, existen variadas génesis que han protagonizado el conocimiento científico los últimos años, siendo estas, en primer lugar, las disfunciones monoaminérgicas. Estas consisten principalmente en los bajos niveles de neurotransmisión sináptica de las aminas a nivel neurológico, tal y como es expuesto en la hipótesis de las monoaminas. En segundo lugar, se encuentran las alteraciones neuroendocrinas, las cuales indican una disminución en los niveles de secreción de ciertas hormonas en el eje hipotálamico-hipofisiario-suprarrenal, en especial el cortisol. Por último, en tercer lugar, se encuentran las alteraciones neuroanatóminas, las cuales están relacionadas a disfunciones en circuitos anatómicos tales como el circuito límbico-talámico-cortical, y en estructuras puntuales tales como el hipocampo y la amígdala. A su vez, este trastorno cuenta con variados tratamientos tradicionales a nivel fisiológico, tales como los inhibidores de IMAO, los cuales se encargan de disminuir la actividad de la enzima MAO, encargada de degradar vesículas de neurotransmisores. Otros antidepresivos tradicionales son los inhibidores de recaptación de serotonina y los antidepresivos tricíclicos, los cuales se encargan de aumentar la concentración de serotonina y de noradrenalina con serotonina respectivamente en el espacio sináptico, a través de evitar que estos neurotransmisores sean recaptados por su neurona pre-sináptica. Sin embargo, en los últimos años se ha innovado al crear nuevos antidepresivos más eficaces tales como la ketamina, logrando así el desarrollo de la neuroplasticidad como un hallazgo útil para el tratamiento de la depresión. Por último, serán discutidos dos de las escalas existentes para medir la depresión, siendo estas la escala de Hamilton y el inventario de Beck, las más usadas y reconocidas a nivel psicológico.